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Conoce Castilla y León
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Joaquín de Pascual Teresa [1915-1998]
Joaquín de Pascual Teresa, uno de los máximos innovadores en la química de los productos naturales, nació en 1915 en la localidad albaceteña de Caudete, y en Salamanca desarrolló el grueso de su actividad investigadora. En el Instituto de Enseñanza Media de Valencia cursó el Bachillerato (1925-31). Se licenció en Ciencias Químicas (1931-36) en la Facultad de Ciencias de la Universidad valenciana, y fue profesor de Instituto para, nada más terminar la guerra, dar sus primeras clases en dicha Facultad, primero como profesor ayudante de clases prácticas (1939) y profesor auxiliar de Química General (1940) y, desde 1942, como profesor encargado de la Cátedra de Química Orgánica. Al mismo tiempo, entre 1942 y 1946 ejerció los cargos de secretario de la Facultad valenciana y secretario de la Sección Valenciana de la Real Sociedad Española de Física y Química, a la que pertenecía como socio desde 1935. Doctor desde 1943, fue becario (1941- 1946), colaborador científico (1946-1949) y, desde 1949, supernumerario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Entre 1946 y 1948 realizó una estancia postdoctoral en el Eudgenösischen Technisches Hochshule de Zürich, becado por el Instituto «Alonso Barba» del CSIC, donde conoció y compartió conocimientos con químicos de la talla de los Premios Nobel L. Ruzicka y V. Prelog. A su regreso se incorporó al Instituto «Alonso Barba» del CSIC, hasta que en 1949 obtuvo por oposición la Cátedra de Química Orgánica y Bioquímica de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Salamanca, donde se mantuvo hasta su jubilación, en 1985.
Sus primeros trabajos de investigación se centraron en las reacciones de sales de sulfonio y otros derivados de azufre, y en la síntesis de halogenoazúcares y de hidroxiácidos grasos. Luego, ya en los años 60, inició los estudios sobre el aceite esencial de los crisantemos y sobre la gomorresina de la jara, punto de partida de futuras investigaciones sobre la química de los productos naturales, campo en el que su prestigio trascendió al ámbito nacional e internacional.
Compaginó la labor investigadora con diversas responsabilidades académicas: fue decano durante más 20 años y, a propuesta suya, en 1953 se implantó la realización de la Licenciatura Experimental (Tesina) para la consecución del Grado de Licenciado, práctica establecida años antes en la Universidad salmantina también a sugerencia suya. Participó activamente en el desarrollo de la Universidad de Salamanca, a la que representó en la Conmemoración Académica del Sesquicentenario de la Tecnische Hochshule Fridericana de Karlsruhe (1951); hizo lo mismo en representación de la Universidad Española, en la Reunión de la Asociación Internacional de Profesores y Lectores de Universidad, celebrada en Amsterdam en 1953.
Antes de su fallecimiento, ocurrido en 1998, dirigió 66 tesis doctorales y publicó cerca de 200 artículos en revistas nacionales y extranjeras; suyas son las versiones en español de las famosas obras Química orgánica industrial: productos de partida e intermedios más importantes, de Klaus Weissermel y Hans-Jürgen Arpe (1980), y Fundamentos de tecnología química para formación profesional, de Vollrath Hopp (1984).
Perteneció a Sociedades Científicas comola Real Sociedad de Física y Química, Gesellschaft für Arzneipflanzenforschung, Schweizerische Chemische Gesellschaft y la Societé Chimique des Pays-Bas. Entre las numerosas distinciones recibidas, destacan la Encomienda con Placa de la Orden de Alfonso X el Sabio con distintivo blanco (1972), la Medalla de Plata de la Universidad de Salamanca (1977), la Medalla de Química de la Real Sociedad Española de Física y Química (1978) y la Medalla de Oro de la Universidad de Salamanca (1984).
Juan Manuel Díaz-Caneja [1905-1988]
Su pintura se halla íntimamente ligada al paisaje de Castilla, que representa desde una atenta y fina visión vanguardista. Juan Manuel Díaz-Caneja, hijo del famoso abogado Juan Díaz-Caneja, nació en la localidad palentina de Pozo de Urama en 1905. En 1923, con 18 años recién cumplidos, se traslada a Madrid para estudiar la carrera de arquitectura, pero enseguida lo cautiva la pintura. Abandona los estudios arquitectónicos y comienza a formarse junto a Vázquez Díaz, su maestro. Con sus amigos Benjamín Palencia y Alberto Sánchez recorre los campos de las afueras madrileñas y comparte la experiencia de la «Escuela de Vallecas».
Años de bohemia y tertulias de café, Caneja vivió una temporada en la Residencia de Estudiantes, donde conoció al pintor portugués Almada Negreiros, entabló buena amistad con Alberto Sánchez, Luis Castellanos, Maruja Mallo y los poetas Luis Felipe Vivanco y Herrera Petere, departió con Federico García Lorca y con Rafael Alberti, y compuso versos primerizos, publicados en la revista burgalesa Parábola. En 1929 viaja a París y entra en contacto con las nuevas tendencias (especialmente con el cubismo), con miembros de la escuela española y con el propio Picasso. De ese primer influjo cubista queda, por ejemplo, Fábrica (1929) y Composición (1930). A su regreso a España participa en diversas exposiciones colectivas, especialmente en el Primer Salón de los Independientes del Heraldo de Madrid. En aquel timepo también expone en «La Consigne» de París.
Se traslada a Zaragoza cuando su padre es nombrado gobernador civil de la ciudad. Trabaja con Corrales y con el pintor González Bernal, a quienes había conocido en París. Políticamente comprometido con la Segunda República, en 1934 expone individualmente, por primera vez, en el madrileño Museo de Arte Moderno, con obras de carácter cubista. 12 meses después participa en la muestra parisina «L’Art Espagnol Contemporaine» y en el Musée des Ecoles Etrangères. Al estallar la Guerra Civil, Díaz-Caneja, afiliado al Partido Comunista y miembro además de la CNT, se enrola en el ejército republicano. Represaliado por el Franquismo, pena prisión tardía en Carabanchel y Ocaña (1948-1951), pero no deja de pintar. Cuando en 1951 se celebra el juicio que lo condena a dos años de cárcel, le llega la libertad por haber cumplido ya ampliamente la condena. Al poco de salir expone en el Museo Nacional de Arte Moderno y en la Primera Bienal Hispanoamericana de Arte, celebrada en Madrid.
A partir de los años 40 se fija el perfil definitivo de su pintura, en la que, sobre una base cubista y a través de armoniosas gamas de amarillos y tierras, recrea con pureza y esencialidad el paisaje castellano. El pintor reside en Madrid y participa en los célebres y clandestinos homenajes que celebraba Milicua cada vez que un componente del grupo (formado por anarquistas y republicanos) viaja a París, expone o publica un libro.
De los años 60 y 70, en los que unas manchas de color, más o menos fragmentadas, se van enriqueciendo con diversas tonalidades y matices, deja obras capitales como Tierra (1962) y Pueblo (1974). Pinta a la Castilla más alegre y colorida, menos árida, en obras como Tierras amarillas (1976) y Tierra azul (1982).
En sus últimos años –fallecería en Madrid, el 24 de junio de 1988- avanzó hacia la abstracción, aunque fiel siempre al paisaje castellano; así hizo, por ejemplo, en Tierra roja y Mancha negra, ambas de 1987. Tercera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1954, segunda en 1957 y primera en 1962, Caneja fue distinguido con el Premio Nacional de Pintura en 1958, el Premio Goya de la Villa de Madrid (1960), y el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1980. Al año siguiente fue nombrado Hijo Predilecto de Palencia, localidad que alberga la Fundación que lleva su nombre.
Miguel Delibes Setién [1920-2010]
Sus novelas son un reflejo fiel de las gentes y las tierras de su Castilla natal, pero también un alegato en defensa de la naturaleza y de lo más valioso de la tradición rural. Escritor y periodista, Miguel Delibes Setién vino al mundo en una casa de la vallisoletana Acera de Recoletos el 17 de octubre de 1920.
En 1936 ingresaba en la Escuela de Comercio y dos años después, en plena Guerra Civil, se enrolaba voluntario como marinero en el crucero “Canarias”, episodio trágico que reproducirá en su novela Madera de héroe. Al finalizar la contienda, Delibes regresa a su ciudad y, gracias a un «préstamo sobre el honor a estudiantes» de 10.000 pesetas, termina sus estudios de Comercio y, más tarde, los de Derecho. En 1941 entra como caricaturista en El Norte de Castilla y firma con el pseudónimo «Max»: la «M» de Miguel, la «A» de Ángeles, su mujer, y la «X» del todavía incierto futuro de la pareja. Además, en 1942 gana unas oposiciones e ingresa en el Banco Castellano; tres años más tarde logrará la Cátedra de la Escuela de Comercio.
En el periódico, Delibes es redactor en 1944, subdirector en 1953 y director en 1958. Así hasta 1963, año en el que la confluencia de diversos factores políticos le obliga a dejar el cargo. Algunos meses después será nombrado delegado del Consejo en la Redacción. Y en 1976 declina la oferta de dirigir el recién creado diario El País.
Periodismo y literatura se encuentran íntimamente unidos en la trayectoria del escritor. En 1947 obtiene el Premio Nadal con La sombra del ciprés es alargada, novela que cimenta su fama literaria; el Nacional de Literatura llega en 1955 con Diario de un cazador, y el de la Crítica en 1962 con Las Ratas.
Entre tanto había publicado Aún es de día (1949), la alegre El camino (1950), Mi idolatrado hijo Sisí (1953), y otras como Siestas con viento sur (1957), Diario de un emigrante (1958), La hoja roja (1959), Viejas historias de Castilla la Vieja (1964), Cinco horas con Mario (1966), para muchos su obra maestra; Parábola del náufrago (1969), su novela más vanguardista y amarga; La mortaja (1970), El príncipe destronado (1973), de gran éxito en su versión cinematográfica; y Las guerras de nuestros antepasados (1975). En 1975 ingresa en la Real Academia Española.
Un año antes había muerto su esposa, Ángeles de Castro, circunstancia que le sumió en una profunda crisis y le arrebató las ganas de escribir. Fueron tres años de paréntesis marcados por la nostalgia. Hasta que en 1978, la experiencia de las primeras elecciones democráticas suscita El disputado voto del señor Cayo, obra que le devuelve a la literatura y muestra la superioridad de la cultura rural milenaria sobre la seudocivilizada cultura urbana. Luego le seguirían Los santos inocentes (1981), otro éxito cinematográfico; Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso (1983), El tesoro (1985), 377A, madera de héroe (1987), Pegar la hebra (1990), y galardones como el Príncipe de Asturias de las Letras (1982), el Nacional de las Letras (1991) y, desde luego, el Cervantes (1993).
En los 90 novela la muerte de su esposa en Señora de rojo sobre fondo gris (1991) y publica Diario de un jubilado (1995), El último coto (1996) y El hereje (1998), su primera novela de carácter histórico con la que consiguió el Premio Nacional de Narrativa en 1999. En 1998, a raíz de diagnosticársele un cáncer de colon, Delibes se repliega en su familia. En 2002 vio la luz Miguel Delibes y Joseph Vergés, Correspondencia, 1948-1986, y en 2004, su recopilación de artículos España 1939-1950. Muerte y resurrección de la novela española. La Tierra herida, ¿qué mundo heredarán nuestros hijos? (2005), escrita junto a su hijo, Miguel Delibes de Castro, es un grito desesperado en pro de la conservación del planeta.
Antes de su muerte, ocurrida en Valladolid el 12 de marzo de 2010, fue propuesto en varias ocasiones para el Premio Nobel de Literatura. Doctor Honoris Causa por las Universidades de Valladolid (1983), Complutense de Madrid (1987), del Sarre (1990), de Alcalá de Henares (1996) y Universidad de Salamanca (2008), fue nombrado Hijo Predilecto de Valladolid en 1986. Recibió la Medalla de Oro de la Provincia vallisoletana en 1993, la Medalla de Oro del Mérito en el Trabajo en 1999, el Premio Vocento 2006 a los Valores Humanos y la Medalla de Oro de Castilla y León en 2009, entre otros muchos galardones.
Antonio Tovar Llorente [1911-1985]
Maestro de destacados lingüistas españoles, Antonio Tovar Llorente nació en Valladolid el 17 de mayo de 1911, en el seno de una familia de labradores. En 1922 se traslada a Villena (Alicante), donde continúa los estudios de bachillerato y opta por las Letras. Estudia Derecho en el Colegio María Cristina de El Escorial, donde conoce a Dionisio Ridruejo y a Miguel de la Pinta Llorente. Se licencia en la Universidad de Valladolid, primero en Derecho (1930) y luego en Historia (1931). Posteriormente lo hará en Filología Clásica por La Universidad Central de Madrid (1935), en la que se doctora en 1941. En 1935 viaja a París gracias a una beca de la Junta de Ampliación de Estudios. Allí asiste a la prestigiosa Ecole de Hautes Etudes y en 1936 continua sus estudios filológicos en Berlín, donde concoe el nacionalsocialismo.
Al regresar a su ciudad, Dionisio Ridruejo, como jefe provincial de Falange, lo sitúa al frente de la Delegación de Prensa y Propaganda (1936) para, en 1938, otorgarle la dirección de Radio Nacional de España, en Burgos. Fue director general de Enseñanza Técnica (1940), subsecretario de Prensa y Propaganda (1941) y consejero nacional de Falange Española Tradicionalista de las JONS (FET-JONS) entre 1939 y 1957. Incluso viajó como intérprete del gobierno español a las negociaciones con las potencias fascistas, incluidas las famosas de Franco y Hitler en Hendaya, el 23 de octubre de 1940. En aquellos años, como tantos, Tovar admiraba el nacionalsocialismo alemán, sin embargo, las décadas posteriores instalarían en su ánimo el desgaste, la desilusión y el desencanto político.
Catedrático, desde 1942, de Filología Latina en la Universidad de Salamanca, fue profesor contratado de Griego en la de Buenos Aires (1948-1949) y rector de la Universidad salmantina durante el Ministerio de Joaquín Ruiz Jiménez (1951-1956). También ocupó los cargos de secretario (1940-1942) y vicedirector segundo del Instituto Antonio de Nebrija del CSIC (1943). Fundó, junto a Rafael Santos Torroella, las revistas Lazarillo (1943-1944) y Trabajos y días (1946-1951). Evolucionó hacia el liberalismo a mediados de los 50.
Profesor contratado de Lingüística en la Universidad Nacional de Tucumán (1958-1959), Millar Visiting Professor of the Classics de la Universidad de Illinois de Estados Unidos (1960-1961) y Professor of the Classics en el mismo centro (1963-1967), protestó cuando, como catedrático por traslado de la Universidad de Madrid (1965), fueron expulsados de sus Cátedras José Luis López Aranguren, Enrique Tierno Galván y Agustín García Calvo; acto seguido, solicitó la excedencia. Salió de España y fue Ordentlicher Professor der Vergleichenden Sprachwissenchaft de Ordinarius en la Universidad de Tubinga (1967-1979). No se reincorporó a la Cátedra madrileña hasta 1980, para jubilarse dos años después.
Tovar es considerado el fundador de la lingüística indoeuropea en España. Especialista en idiomas indoeuropeos, americanos, vasco y lenguas primitivas, aplica la lingüística al estudio de la historia, la toponimia y el vocabulario histórico. Traductor y comentarista de autores griegos y latinos (Virgilio, Sófocles, Eurípides, Pausanias, Aristóteles, Platón, Propercio, Cicerón...), editó Emérita (1939-1944), Acta Salmanticensia (1944-1951) y, junto con Emilio Peruzzi, Minos (1951-1968).
Fallecido en Madrid en diciembre de 1985, es autor de numerosas obras, como Catalogus codicum Graecorum Vniuersitatis Salmantine. I. Collectio Vniuersitatis Antiqua (1963; el segundo tomo, titulado Colegios Mayores, lo realizó con Teresa Santander), el Manual de Lingüística Indoeuropea, Vida de Sócrates (1947), Estudios sobre las primitivas lenguas hispánicas (1949), La lengua vasca (1950), Historia del antiguo Oriente (1963), Historia de Grecia (1963), y Mitología e ideología sobre la lengua vasca (1980). Era académico de la Real Academia Española de la Lengua desde1968.