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Conoce Castilla y León
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Julio Rodríguez Villanueva [1928-2017]
Referente español en las investigaciones sobre microbiología, Julio Rodríguez Villanueva nació el 27 de abril de 1928 en la localidad asturiana de Villamayor de Piloña, pero a los diez años se trasladó a un internado en León, donde estudió el bachillerato. Cursó el preuniversitario en Oviedo y estudió Farmacia en la Universidad de Madrid. Influido por el magisterio docente e investigador de José María Albareda, se dedicó a la microbiología. A través del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Albareda le puso en contacto con el portugués Branquinho d’Oliveira, en la Estación Agronómica Nacional de Portugal, y bajo su dirección realizó parte de la tesis doctoral, que continuó en Madrid y defendió en 1955.
Aconsejado por Severo Ochoa, Rodríguez Villanueva partió hacia Cambridge, donde estudió cuatro años con Ernest Gale y se doctoró en Bioquímica (1959). De regreso a España, obtuvo una plaza de colaborador del CSIC, donde fue profesor de Investigación Supernumerario en 1967. Consejero de Número del CSIC en 1969, fue Catedrático-Director del Departamento de Microbiología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Salamanca (1967-1997) y, posteriormente, director del Departamento de Microbiología, Genética, Medicina Preventiva y Salud Pública de esa misma universidad (1987-93).
En 1962 organizó, junto a Alberto Sols, la primera reunión de bioquímicos españoles en la Universidad de Verano de Santander, que contó con la presencia de Severo Ochoa. Maestro de una extensa nómina de investigadores (29 catedráticos, 27 profesores titulares de Universidad y numerosos investigadores del CSIC, Industria y Centros de Investigación relacionados con la Biomedicina se consideran discípulos suyos), creó y dirigió el Centro Mixto Instituto de Microbiología Bioquímica de la universidad charra (1968-1991), presidió la Sociedad Española de Bioquímica (1968-72) y la Federación Europea de Sociedades de Bioquímica (1968-71), y fue rector de la Universidad de Salamanca (1972-79).
Ejerció además algunos cargos políticos: fue consejero de Educación, procurador en las Cortes Españolas (1972-1975) y en las de Castilla y León por el Partido Popular durante la primera legislatura (1983-1987). La Universidad salmantina le condecoró con su Medalla de Oro.
Socio de Honor de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (1998), Julio Rodríguez Villanueva era Doctor Honoris Causa por la Universidad de Oviedo, por la de San Marcos de Lima y por la Universidad de León (2005). Fue delegado español en el Consejo Científico de la OCDE en París (1980-82), y presidente del Patronato de la Fundación Jiménez Díaz (2000). Era, además, académico numerario de la Real Academia de Medicina de Salamanca (1983), de la de Farmacia (1986), institución que dirigió entre 1998 y 2001; y de la Real Academia de Doctores (1997). Académico Nacional de la Real Academia de Ciencias Físicas, Exactas y Naturales, miembro del Consejo Científico del Fondo de nvestigaciones Sanitarias de la Seguridad Social (FISS), del Consejo Rector del Instituto Nacional de Sanidad Carlos III (1996), del Consejo Superior de Sanidad de la Comunidad de Madrid (2003), del Alto Consejo Consultivo en Investigación y Desarrollo de la Presidencia de la Generalitat valenciana y vocal de la Fundación Carmen y Severo Ochoa.
Junto a Eugenio Santos escribió la introducción al libro El cáncer (1985); algunas obras suyas son: La célula viva (introducción, 1980), Universidad investigación y sociedad: puntos de vista de un universitario (1980), Ser investigador (1986), y El impacto social del Sida (1988), entre muchas otras. De hecho, era autor de más de una docena de libros y de 300 artículos en prestigiosas revistas, nacionales y extranjeras.
En 1974 obtuvo el Nacional de Ciencias del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. En 1990 el Premio de Investigación Rey Jaime I de la Generalitat Valenciana, y en 2003 la Medalla ‘Jaime Ferrán’ de la Sociedad Española de Microbiología. Presidió además la Conferencia de Rectores de Universidades Europeas (1974-79) y el Comité Asesor del Centro Europeo de Educación Superior de la UNESCO (1974-82). Falleció en Salamanca el 21 de noviembre de 2017.
Baltasar Lobo [1910-1993]
Destacado escultor cubista de exitosa proyección internacional, Baltasar Lobo Casuero nació el 22 de febrero de 1910 en la localidad zamorana de Cerecinos de Campos, en la casa de un humilde carpintero, Isaac Lobo, que, de vez en cuando, improvisaba un curioso teatrillo rural. Ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de Valladolid, donde con 15 años consiguió el premio extraordinario de modelado y vaciado. De aquellos preludios de perfección encontramos su insospechada mano en diversos pasos de Semana Santa y en la escultura del Sagrado Corazón de Jesús que remata la catedral vallisoletana, realizadas ambas como discípulo del escultor Ramón Núñez. En su taller había entrado el zamorano en 1922 y allí tuvo como compañeros a José Luis Medina y Antonio Vaquero.
La Diputación Provincial de Zamora, que en 1924 le había otorgado una beca por tres años para realizar estudios artísticos en Valladolid, se la renovó en 1927 con el doble de subvención y por otros tres años más. Cursó entonces estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, donde conoció a Juan de Ávalos y a Cristino Mallo, a la vez que frecuentaba el Círculo de Bellas Artes y aprovechaba para visitar museos. Terminó abandonando los estudios, y en 1930, denegada por parte de la Diputación zamorana una nueva prórroga de la beca, comenzó a trabajar esculpiendo lápidas y tumbas en talleres de marmolistas.
Su obra de los años 30, desaparecida tras el bombardeo sufrido en su propia casa, se inscribía en el llamado «neorridinismo» o poética realista. Incluso viajó en 1935 a París para ver con sus propios ojos el arte de vanguardia. De ideología libertaria y próximo al anarquismo, luchó durante la Guerra Civil en el frente republicano. Al finalizar la contienda huyó a París y logró esquivar la dureza de los campos de concentración. Suerte que no corrió su mujer, la escritora y abogada Mercedes Guillén, que sí tuvo que soportar los rigores y la dureza de uno de ellos durante algunos meses.
En 1942, fijaron su residencia en París, en el mítico barrio de Montparnasse, donde recibieron el solidario auxilio de Picasso, gracias al cual obtuvieron el permiso de residencia. Los dibujos salvados por su mujer le ayudaron a acreditarse como artista. En París asistió a reuniones que en breve formarían el llamado «Salón de Mayo». Trabajó en el taller de Naum Gabo y Henry Laurens, su «sombra protectora», y su primera obra, titulada Homenaje de Federico García Lorca (1939), pasaría a la historia como ejemplo de escultura cubista tanto desde el punto de vista formal como iconográfico (la guitarra).
Por algo se ha dicho que fue una de las figuras más descollantes de entre los españoles que integraron la «Escuela de París». En Francia residió hasta su muerte, ocurrida en septiembre de 1993, si bien nunca renunció a la condición legal de español.
Tras la Segunda Guerra Mundial participó en la famosa exposición «Artistas españoles republicanos de la Escuela de París», celebrada en Praga en 1946, y en diversas iniciativas animadas por el espíritu de fraternidad colectiva: entre las más conocidas se encuentran el monumento encargado por la ciudad de Annecy para conmemorar a los combatientes españoles caídos por la libertad en Francia durante dicha contienda.
La evolución de su quehacer ha cautivado siempre a los estudiosos: del cubismo inicial a piezas de carácter «iberista» o de influencia arcaica en los 40, maternidad, simplificación y abstracción en los 50, mármol y figuración en los 60, y sentido apolíneo en los 70, década de los famosos Centauros de 1977, nacidos de un viaje a Grecia en el que se empapó de mitología y leyendas.
Sus esculturas forman parte del paisaje urbano de ciudades como Zurich, Annecy, París, Luxemburgo y Caracas. Fue Premio André Susse de Escultura (1958), Premio Jacques Lenchener (1974), Premio Oficial de las Artes y las Letras (Francia, 1981), Orden Andrés Bello del Gobierno de Venezuela (1989) y Medalla de Oro Susse Fréres Fondeul. En 1984 recibió el Premio Nacional de las Artes Plásticas.
Antonio Rodríguez Baciero [1936]
Pianista, organista, musicólogo y destacado investigador de la música española del siglo XVI, Antonio Rodríguez Baciero nació en Aranda de Duero el 29 de mayo de 1936 y comenzó sus estudios musicales en Pamplona, cuando apenas contaba 7 años. De hecho, tenía 10 cuando dio su primer concierto de piano en esta ciudad. Continuó estudiando en el Conservatorio de Madrid, con los profesores Puri Villar y Julia Parody. Precisamente, en la capital española lograba en 1954 el Primer Premio y Premio Extraordinario del Real Conservatorio de Música.
Su afición por la música le llevó a abandonar los estudios de Medicina, que había iniciado a Madrid y a los que le había abocado la profesión de su padre. Gracias a diversas becas del Ministerio de Educación viaja a Siena (Italia) y Viena, capitales donde entre 1956 y 1965 estudia junto a maestros de la talla de Guido Agosti (Academia Chigiana de Siena), Viola Therm, Paul Badura-Skoda, Jörg Demus y Alfred Brendel. En 1961, año en que inició su carrera internacional, recibió en Italia el Premio Especial en el Concurso Internacional «Viotti», de Vercelli, Premio especial fundado por el famoso pianista Arturo Benedetti-Michelangeli, presidente del Jurado. Al año siguiente era la ciudad de Viena la que acogía su famosa interpretación de las Seis Partitas de Bach en un solo concierto: la crítica vienesa no tardó en catalogarle como «especialista» en el gran compositor.
Madrid y otras ciudades acogieron con éxito, no exento incluso de polémica, el célebre IV Centenario de la muerte de Antonio Cabezón (1966), en el que, junto a Santiago Kastner, Baciero demostró la grandeza de su arte. Por ello recibió, junto a Nadia Boulanger, el Premio «Juventudes Musicales de Madrid» (1967) a las mejores interpretaciones de la temporada. A partir de ese momento actuó en las principales entidades de radio y televisión europeas, extendiendo sus giras a América, Londres, Berlín, Ámsterdam, Suiza, Suecia e incluso a la antigua Unión Soviética. De esta manera, a la altura de los primeros 70 Baciero era toda una autoridad en la interpretación de música renacentista y barroca, pero también del clasicismo vienés.
Su estrecha amistad con Fernando Remacha, uno de los más importantes maestros de la Generación del 27, le puso en contacto con los ideales de recuperación del antiguo Patrimonio Musical Español. Fue a partir de entonces cuando inició la importante labor de investigación y difusión que comparte con su actividad concertística. Su destacada Obra completa sobre Antonio Cabezón (1974), fruto de más de veinte años de trabajo, comprende 15 discos con versiones sobre órganos históricos españoles, piano moderno y diecisiete instrumentos originales de los Museos Instrumentales de Londres y París. Su edición por «Hispavox» recibió en dos ocasiones el Premio Nacional del Disco y el de la Revista Ritmo.
El burgalés ha impulsado la recuperación de órganos históricos y pianofortes con diversas entidades y Fundaciones (“Sánchez - Albornoz”, “Hennie Omstad”, “Juan March”, “Gulbenkian”, “Real Fundación de Toledo”, etc) y ha participado en famosos conciertos conmemorativos especiales. Junto a la obra citada, su extensa actividad como musicólogo se encuentra recogida en la Nueva Biblioteca de Música de Teclado. Siglos XVI al XVIII (1979-1986), y es autor de Cuadernos para el piano (1980-1986), El órgano de cámara del convento de la Encarnación de Ávila (1982), Mozart y su época (1991), Españoles y portugueses (1994), Viaje musical al siglo XVI (1996) y Obra completa para piano de Fernando Remacha (2003), entre otras muchas. En 2021 retomó obras de Antonio Cabezón y Bach para el ciclo 'Músicas para el común' dentro del programa 'Valladolid comunera', con motivo del V Centenario de la Guerra de las Comunidades.
Socio de Honor del Ateneo de Valladolid y Presidente de Honor de la Sociedad Hispánica de Música Barroca, además de poseer la Cruz Oficial de la Academia Francesa PAHC y la Encomienda del Mérito Civil (1985),es miembro de honor del Instituto “Bach-Riemenschneider” (Universidad “Baldwin-Wallace”, Berea, Ohio), de la Sociedad Cultural Universitaria FSY (“Lake Forest College”, Chicago), de la “EPTA” (“European Piano Teachers Association”), del Ateneo de Valladolid y Oficial de la Academia Francesa “PAHC”. Ha recibido numerosos premios: el Premio Nacional ADELPHA («Asociación para la Defensa para el Patrimonio Histórico y Artístico») (1979), el Premio Nacional del Disco (1976 y 1982), el Premio de la Revista 'Ritmo' al Mejor Disco del Año (1996), el Premio Racimo de la Fundación Serrada-Blanco de Arte (2004), el Premio a la Trayectoria de una Vida de la Caja de Segovia en Madrid (2010), y el Premio 'Paul Harrys' del Rotary Club (2018), además de ser nombrado Personaje de Cultura por el Ateneo de Valladolid en 2017.
Es asimismo miembro de la Real Academia de la Historia, de la Real Academia de Historia y Arte de 'SAn Quirce' (Segovia), académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción (Valladolid) y la de San Dámaso de Arte e Historia (Madrid) y académico de honor de la Institución Fernán González (Burgos). Tiene discos en las compañías RCA, Hispavox, Telefunken-Decca, Etnos, GAM-Clásica, Fundación 'Banco Exterior', EMI-Odeon y 'Testimonio Editorial'. Hijo Predilecto de Aranda de Duero (también posee la Medalla de su Corporación), la Escuela de Música de esta localidad y una calle llevan su nombre, lo mismo que una calle de Salamanca y otra de Castrillo-Mota de Judíos.
Antonio Gamoneda [1931]
Referente indiscutible de la poesía castellana y leonesa, Antonio Gamoneda nació en Oviedo el 30 de mayo de 1931, pero con 3 años se trasladó con su madre a León. De 1936 datan sus primeros escarceos con la poesía, cuando descubrió un libro escrito en 1919 por su padre, fallecido al año de nacer él.
Vivió la Guerra Civil en el barrio leonés del Crucero: «Pasaban los trenes en la tarde y su tristeza permanece en mí», ha escrito. Comenzó a escribir poemas con 16 años, y pronto, hacia 1949, contactó con el entonces inevitable grupo Espadaña, impulsado por Antonio González de Lama y gran dinamizador de la literatura local. A finales de los 60 ejerció como crítico de arte en periódicos, revistas y libros. Trabajador desde 1945 de una entidad bancaria, en 1969, año en que entró a trabajar en la Diputación Provincial leonesa, se lanzó con éxito a la promoción de la cultura provincial dando a luz diversos artículos y libros que él mismo denomina «de encargo»: Los jóvenes (1970) junto a Bernardino M. Hernando, Zamora (1970); El agua en la poesía hispánica (1972), y Echauz: la dimensión ideológica de la forma (1978).
Hasta 1977 dirigió los servicios culturales de la Diputación, desde donde promovió la creación de la Institución Fray Bernardino de Sahagún y la Colección de Poesía Provincia. Coordinó la revista Tierras de León y promovió el premio «Bienal de Poesía», «Bienal Provincial de León». Posteriormente (1979) pasó a dirigir la Fundación Sierra Pambley, vinculada en su origen (1887) a la Institución Libre de Enseñanza.
En 1987, la publicación de su poesía completa bajo el título Edad le valió el Premio Nacional de Literatura. Fue entonces cuando comenzó a ser conocido a escala nacional. El libro recoge los anteriores volúmenes: La tierra y los labios (poemas de 1947-1953), Sublevación inmóvil (1960), Blues castellano (colección de poemas escritos entre 1961 y 1966, cuya publicación se demoró hasta 1980 debido a la censura franquista), Pasión de la mirada (poemas de 1963-1970), Descripción de la mentira (1975-1976) y Lápidas (poemas escritos entre 1977 y 1986).
Ha publicado el poemario Libro del frío (1992, por el que le nominaron al Premio Europa 1993), el Libro de los venenos (1995), El vigilante de la nieve (1995), y la antología Sólo luz (2000), además de El cuerpo de los símbolos (1998), miscelánea de ensayos sobre la poesía, la lectura y el disfrute del arte.
En 2003 salieron a la luz Arden las pérdidas y una reedición del Libro del frío, con la incorporación de veinte poemas nuevos procedentes del libro de arte ¿Tú?, realizado en colaboración con Antoni Tàpies. Al año siguiente publicó Reencuentro y Cecilia.
Tras Reescritura (2004) publicaría, en 2005, Esta luz. Poesía reunida (1947-2004). Extravío en la luz (2009) reúne seis poemas inéditos con grabados de Juan Carlos Mestre, y Canción errónea, publicado en 2012 con poemas posteriores a 2004, quedó finalista del Premio de la Crítica de Castilla y León 2013. Hasta el momento ha publicado dos volúmenes de sus memorias: Un armario lleno de sombra 2009) y La pobreza (2020). Suyos son también diversos estudios monográficos sobre escultores, como los de José Luis Sánchez (1981) y Julio Hernández (1981), y de pintores como Francisco Echanz (1978) y Juan Barjola (1980).
Doctor Honoris Causa por la Universidad de León, aparte del Prix Europeen de Litteérature Nathan Katz y del Premio de Literatura por la Comunidad de Madrid, ambos recibidos por el conjunto de su obra, en 2006 fue galardonado con el Premio Cervantes y con el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Es Hijo Adoptivo de León (2007) y en 2008 recibió la Medalla de Oro de la Provincia leonesa.
Enrique Tierno Galván [1918-1986]
Fecundo ensayista y símbolo de la generación española encargada de restaurar la libertad democrática, Enrique Tierno Galván nació en Madrid el 8 de febrero de 1918. Tenía orígenes familiares en el pueblecito soriano de Valdeavellano, y en Salamanca forjó su prestigio intelectual. Durante la Guerra Civil, que interrumpió sus estudios de Derecho, combatió en el ejército republicano, compromiso por el que al terminar la contienda sería internado durante nueve meses en un campo de concentración. Se licenció en Derecho (1942) y en Filosofía y Letras (1944) por la Universidad Central de Madrid, donde en 1945 se doctoró.
Profesor de academias y, hasta 1968, preparador particular de opositores aspirantes al ingreso en la Escuela Diplomática, fue auxiliar de la cátedra de Carlos Ollero en la Facultad de Ciencias Políticas madrileña, pero enseguida obtuvo la de Derecho Político, primero en la Universidad de Murcia (1948-53) y desde 1953 en la salmantina.
Llevó a cabo una activa labor en la oposición antifranquista. Promovió la Asociación para la Unidad Funcional de Europa (1955), participó en Unión Española (1959), contactó con exiliados en Princeton y en 1965 se afilió al PSOE, del que sería expulsado por su apoyo condicional a la Monarquía. Esta actividad de oposición al Régimen le llevó a penar cárcel, durante quince días, en 1957, en Carabanchel, junto a Dionisio Ridruejo y Raúl Morodo. Además, en 1965 fue expedientado y expulsado de su cátedra en compañía de Agustín García Calvo y José Luis López Aranguren. Tuvo que trasladarse a América, donde ejerció como profesor visitante en la Universidad de Princeton (1961-1962 y 1966-1967). El primer gobierno de la monarquía lo restituyó en su cátedra, y en 1976 fue trasladado a la Universidad Autónoma de Madrid.
La represalia universitaria incentivó su trabajo en el despacho de la calle Marqués de Cubas como abogado de presos políticos, a la vez que impartía clases particulares. En 1967 fundó el Partido Socialista del Interior (PSI), denominado en 1974 Partido Socialista Popular (PSP) y fusionado con el PSOE en 1978. Fue presidente de honor de este Partido hasta el Congreso de septiembre de 1979. Diputado a Cortes en 1977 y 1979, desde este año hasta su fallecimiento, en enero de 1986, ocupó la alcaldía madrileña. Redactó el preámbulo de la Constitución española de 1978.
Se especializó en el estudio de las filosofías e ideas políticas y en el pensamiento contemporáneo español. Cultivó primero el lenguaje y las formas «barrocas», luego la sociología alemana y americana. Tradujo obras de Ebenstein, Edmund Burke, John Chadwik, Albert Soboul, Herman Finer, Lorenz Von Stein y Ludwig Wittgenstein, seleccionó textos de Spinoza y Hobbes, y prologó obras de Duverger, Gerbod, Flaubert y Garzazo.En Salamanca fundó el Seminario de Derecho Político, donde expuso su manifiesto «funcionalista», y reunió a discípulos como Pablo Lucas Verdú, Elías Díaz, Pedro de Vega y Raúl Morodo.
Es autor de, entre otras obras, Sociología y situación (1958), Introducción a la sociología (1960), Costa y el regeneracionismo (1961), Anatomía de la conspiración (1962), Tradición y modernismo (1962), Humanismo y sociedad (1964), Babeuf y los Iguales (1967), Razón mecánica y razón dialéctica (1969), La humanidad reducida (1970), Escritos, 1950-1960 (1970), Idealismo y pragmatismo en el siglo XIX español (1977), Cabos sueltos (1981), y La España autonómica (1985). Fue Medalla de Oro de la Villa de Madrid y Gran cruz de Carlos III, a título póstumo.