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Conoce Castilla y León
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Ernesto Sánchez y Sánchez-Villares [1922-1995]
Gran referente de la pediatría española y destacado divulgador y renovador de esta disciplina médica, Ernesto Sánchez Villares nació en la localidad salmantina de Villavieja de Yeltes el 17 de junio de 1922. Comenzó los estudios de Medicina en 1939 en la Universidad de Salamanca, donde vivía en una «casa de huéspedes» junto a once compañeros. Licenciado en 1945, en la ciudad del Tormes entabló amistad con Antonio Tovar, Ramos Loscertales, Ignacio Aldecoa, Lázaro Carreter, J. Maluquer y Miguel Artola, y participó en el homenaje dispensado a Miguel de Unamuno en 1944.
Doctor por la Universidad de Madrid y hombre de vasta formación humanística, en Madrid tuvo mucha relación con Pedro Laín Entralgo, en cuya Historia Universal de la Medicina llevó a cabo una destacada colaboración. Comenzó ejerciendo la profesión en Santander, en los Servicios de Pediatría de la Casa de la Salud de Valdecilla y Jardín de la Infancia (1945), donde compartió sabiduría y buen hacer con «El Jefe», Guillermo de Arce.
Consciente de la necesidad de renovar la pediatría de su época, dedicó a ello gran parte de las labores docentes e investigadoras. Profesor adjunto de Pediatría de la Universidad de Salamanca en 1947, obtuvo la Cátedra en Santiago de Compostela en 1964 y dos años después en Valladolid. La aprobación de L.R.U (1983) acabaría afectando a Sánchez Villares, como a tantas otras eminencias de la universidad española, a quienes les otorgaría la ambigua categoría de eméritos. la suya fue a partir de 1985. Y en Valladolid viviría hasta 1995, año de su fallecimiento. Aún se recuerda en la ciudad el proyecto quebrado de la llamada "Casa Cuna" (hoy un aulario universitario) en el que tantas esperanzas tenía y que, de no haber intermediado la política, tantos avances hubiera supuesto para la disciplina pediátrica.
De Guillermo de Arce heredó la famosa Escuela de Pediatría conocida luego como Escuela Arce-Sánchez Villares. Juntos hicieron evolucionar la pediatría española mediante una más que eficaz lucha contra la alta morbimortalidad infantil, modernizaron la labor asistencial, impulsaron la tarea investigadora e innovaron los conceptos fundamentales de la ciencia pediátrica.
A Sánchez Villares se le considera el creador de una nueva Pediatría en Asturias, Cantabria y Castilla y León, y el gran renovador de la misma en la España de los años sesenta. De hecho, en la década posterior había en España dos escuelas pediátricas de enorme prestigio: la de Ernesto Sánchez Villares en Valladolid, y la de Cruz Hernández en Barcelona.
Escribió, entre otras muchas obras, Malformaciones congénitas del esqueleto de las extremidades. Ectromelias (1957), Medicina infantil y su problemática (1978), Tratado de pediatría básica (1980) y el capítulo «Pediatría» de la Historia Universal de la Medicina dirigida en 1975 por Pedro Laín Entralgo. También dirigió la monografía Medicine (1983), con varios números de brillante presentación.
Miembro de la Sociedad Castellano-Astur-Leonesa de Pediatría (SCAL) desde 1960, fecha en que puso en marcha su Boletín de Pediatría, dos años más tarde era elegido presidente de la Sociedad. Fue también académico de número de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid (1971), presidente de la Sociedad Española de Pediatría (1972-1976), Medalla de Oro de la Ciudad de Salamanca y Premio de Nutrición Infantil «Guillermo de Arce» (1994).
Cristóbal Halffter [1930-2021]
Nacido en Madrid el 24 de marzo de 1930, Cristóbal Halffter ha sido una figura clave de la música europea del siglo XX y uno de los principales renovadores de la música española contemporánea. Era sobrino de Rodolfo y de Ernesto Halffter. Se formó junto a Conrado del Campo y Ernest Jolivet. Tras unos años en Alemania, la familia Halffter regresaría a España en junio de 1939.
Diez años después obtenía el primer premio de armonía del Conservatorio madrileño y debutaba como compositor de cine con la película El capitán veneno, de Marquina. Terminó sus estudios musicales en 1951 con las máximas calificaciones.
Viajó a París, Roma y Milán, donde conoció a músicos como Luciano Berio o Bruno Maderna, y en 1957 participó en la fundación del Grupo Nueva Música. En 1962 ganó por oposición la Cátedra de Composición y Formas Musicales del Conservatorio madrileño, y en 1963 fue nombrado director de este mismo centro. Dimitió de ambos cargos en 1966 para dedicarse por completo a la creación y dirección de orquesta. Halffter ha sido presidente de honor del Festival Internacional de Arte Contemporáneo de Royan (Francia) en 1976 y 1978, ocupó la Cátedra de composición de los Cursos de Música Contemporánea de Darmstadt (Alemania); y entre 1986 y 1989, la Cátedra de Composición del Conservatorio de Berna. Residió en la localidad leonesa de Villafranca del Bierzo hasta su fallecimiento, ocurrido el 23 de mayo de 2021.
Su obra como compositor abarca un amplio espectro creativo que va desde la música coral, de cámara y electrónica hasta la música para la gran formación sinfónica. Así tenemos, por ejemplo, Dos movimientos para timbal y orquesta de cuerda, por el que recibió el Premio de Composición de la UNESCO (1956); Yes, speak out (1968), cantata para solistas, recitadores, coros y orquesta, encargada por la ONU para la conmemoración del XX aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos y estrenada en la Asamblea General de la Naciones Unidas de Nueva York; el ciclo sobre textos de San Juan de la Cruz formado por Noche pasiva del sentido (1969-70) para voz, percusión y magnetófonos, Noche activa del espíritu (1972-73) para dos pianos y material electrónico; Elegías a la muerte de tres poetas españoles, dedicadas a Antonio Machado, Miguel Hernández y Federico García Lorca (1974-1975); Leyendo a Jorge Guillén (1982), Tres poemas de la lírica española para barítono y orquesta, obra escrita en 1985-86 por encargo de la Orquesta Filarmónica de Berlín; Concierto para piano y orquesta (1987-1988); y Endechas para una reina de España (1994), obra estrenada en el marco del V Centenario de la firma del Tratado de Tordesillas.
En febrero de 2000 estrenó Don Quijote, su primera ópera, en el Teatro Real de Madrid, que obtuvo una gran crítica a escala internacional. Luego vendrían, entre otras, Ecos de un antiguo órgano (2001); Adagio en forma de rondó (2003) y Cuatro madrigales para la Orquesta de Valencia (2005). Su segunda ópera, Lázaro, se estrenó en 2008 por encargo del Teatro Kiel; y la tercera, estrenada en 2013 en ese mismo teatro, fue Partida de ajedrez, que adapta la obra anónima del austriaco Stefan Zweig. Era invitado continuamente como director de las orquestas más importantes de Europa y América con programas en los que intentaba ofrecer, al lado de las obras de repertorio tradicional, otras contemporáneas, bien propias o de compositores del siglo XX.
Cristóbal Halffter era académico de la Academia Europea de las Ciencias, las Artes y las Letras de París; miembro, desde 1983, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, de la Akademie Der Kunste de Berlín desde 1985 y, desde el año 2005, de la Bayerische Akademie der Schönen Künste de Munich.
Entre los numerosos premios recibidos destacan el Nacional de Música (1954), la Medalla de Oro de las Bellas Artes (1981), la Medalla de Oro del Instituto Goethe (1988), el Premio Montaigne de la Fundación F.V.S. de Hamburgo (1989), el Premio de Compositor Europeo del año (1994), la Medalla de Oro de la Orquesta Sinfónica de Madrid y del Palau de la Música de Valencia (2005), y el Premio Fronteras del Conocimiento 2009. En 2010, el Instituto Cervantes le tributó un homenaje a través de su famoso ciclo "Polifonía de compositores". Fue el primer español en recibir, en 2014, el premio Kulturpreis.
Claudio Rodríguez [1934-1999]
Es considerado uno de los principales exponentes de la generación poética de los 50, poeta de expresión personal y altura inigualable. Hijo del matrimonio formado por Claudio Rodríguez y María García Moralejo, Claudio Rodríguez nació en Zamora el 30 de enero de 1934, y fue en su propia casa donde recibió las primeras influencias literarias.
Estudió Primaria en la escuela de Los Bolos y Bachillerato en el Instituto Claudio Moyano. «Todo un as del balón», recuerdan algunos de sus antiguos compañeros de clase. Leves recuerdos de la Guerra Civil, la muerte de su padre, ocurrida cuando él tenía 13 años, y una caída de la bicicleta, cuanto contaba apenas 11 años, que le dejó temporalmente en coma, influyeron dramática y decisivamente en su producción.
Abrumado por el dolor físico, la soledad, el miedo y las difíciles relaciones con su madre, a Claudio Rodríguez sólo le salvaba el contacto con la naturaleza experimentado en la finca de su abuela materna, situada cerca de la estación zamorana. En 1951 se trasladó a Madrid para cursar Filosofía y Letras en la Universidad Central, licenciándose en Filología Románica seis años después. En la capital española residió, gracias a una beca, en el Colegio Mayor «José Antonio». En 1948 ensayó sus primeras composiciones poéticas y al año siguiente publicó su primer poema en el diario El Correo de Zamora, titulado Nana de la virgen aría. Enseguida fijó su residencia en la capital española (1951-1958), donde frecuentó a Vicente Aleixandre, su amigo y maestro, desde 1953.
Allí coincidió con un grupo de poetas y críticos en el que confluían distintas generaciones, destacando J. Ferrán, J. A. Valente, Ignacio Aldecoa, Francisco Brines, Blas de Otero y, sobre todo, Carlos Bousoño. En 1957 leía su tesis doctoral, titulada El elemento mágico en las canciones infantiles de corro castellano, y dos años más tarde contraía matrimonio con Clara Miranda. Pero antes habían tenido lugar los famosos conflictos universitarios de 1956, en los que, junto a Enrique Múgica y Ortiz Cañabate, figuró como secretario del suspendido Congreso de Escritores Jóvenes.
Ayudado por Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre partió a Inglaterra, donde fue lector de español en Nottingham (1958-1960) y en Cambridge (1960-1964). Profundizó en los románticos ingleses y, sobre todo, en la obra de T.S. Eliot y Dylan Thomas, autor decisivo en su quehacer poético. Pero la estancia inglesa también le permitió lanzar una nueva mirada sobre los valores –y desvalores– de la sociedad española del momento, lo que favorecerá la aparición de tonos críticos, a menudo de gran crudeza, en Alianza y condena (1965), libro escrito en su mayor parte en Inglaterra. Regresó a España en 1964, decidido a dedicarse la enseñanza universitaria, a la poesía y a sus amigos.
Su poemario más importante lo componen Don de la ebriedad (1953), premio Adonais y obra que impresiona al mismo Vicente Aleixandre; Conjuros (1958), Alianza y condena (1965), El vuelo de la celebración (1976), Desde mi palabra (1983), que fue seguida por una recopilación de su obra anterior (Desde mis poemas); y Casi una leyenda (1991), meditación profunda sobre la muerte.
Fallecido en Madrid en julio de 1999, su labor ensayística, publicada a través de artículos en periódicos y revistas y dada a conocer en 2004 bajo el título La otra palabra, es más desconocida para el gran público. En resumen, obra breve pero esencial la de Rodríguez, que fue reconocida con el Premio de la Crítica de 1965, el Nacional de Literatura en 1983, el Reina Sofía de Poesía Española e Iberoamericana en 1993 y el Príncipe de Asturias de las Letras de ese mismo año.
Elías Díaz García [1934]
Discípulo intelectual de Tierno Galván y acreditado especialista en el pensamiento español contemporáneo, Elías Díaz nació el 5 de junio 1934 en la localidad salmantina de Santiago de la Puebla. Poco después pasaría con su familia a Salamanca, adonde su padre, funcionario de la Administración local, había sido trasladado. Cursó el bachillerato en el Colegio Ave María (1944-1951) y en 1956 se licenció en Derecho por la Universidad de Salamanca, centro donde en 1960 inició su labor docente como ayudante del profesor Joaquín Ruiz Jiménez, su otro gran maestro junto a Tierno Galván, con quien en 1960 se trasladaría a la Universidad de Madrid. Poco tiempo después haría lo propio con José Luis López Aranguren en la Universidad Complutense.
Doctor en Derecho por la Universidad de Bolonia (1959 y 1960), donde fue becario del Colegio de San Clemente de los Españoles, becado por la Fundación Juan March, continuó estudios en Friburgo (1961) y Munich (1962).
Hasta 1964 impartió docencia en Madrid. Otro tanto hizo en Pittsburgh (EE.UU) entre 1969 y 1970 y, por fin, en 1974 como catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Oviedo. Dos años después pasaba a Valencia y en 1977 accedía a la cátedra de la Universidad Autónoma de Madrid.
Desde el punto de vista intelectual, a Elías Díaz se le suele situar en la llamada generación de 1956, primer grupo universitario de la posguerra en el que cristalizó una clara convicción democrática y un interés por la filosofía, las ciencias sociales y el marxismo como instrumentos críticos frente a la realidad social y política anterior. De hecho, el salmantino evolucionó desde lo que llama su eticismo inicial a un planteamiento, teórico y político, socialista, reformista y revisionista. Su trayecto parte de la filosofía y cultura de la Ilustración y sus derivaciones éticas, políticas y jurídicas, así como del reconocimiento del valor último de la persona individual, con sus esenciales atributos de libertad, dignidad y autonomía moral. Sus principales áreas temáticas son la teoría política, la filosofía jurídica y la historia de las ideas sociales.
Su compromiso político le llevó a incorporarse a los grupos socialistas universitarios dirigidos por Tierno Galván (años 60) y contactó con exiliados e historiadores destacados por su oposición al Régimen, como Manuel Tuñón de Lara. En 1966 fue requerido ante el Tribunal de Orden Público (TOP), que secuestró su libro Estado de derecho y sociedad democrática, publicado ese mismo año. Durante el «estado de excepción» de 1969 fue detenido y confinado en Villagordo (Jaén). Se afilió al PSOE en 1974 y formó parte de la comisión encargada de la redacción del proyecto para la Constitución de 1978.
Junto a Ruiz Jiménez impulsó la mítica revista Cuadernos para el Diálogo (1962) y fundó y dirigió la no menos emblemática Sistema (1973). Miembro del Patronato de la Fundación Giner de los Ríos (Institución Libre de Enseñanza), ha sido asesor de la Comisión Constitucional del PSOE y director, después, del Centro de Estudios Constitucionales. En 1983, el Ministerio de Justicia le entregaba la Cruz de Honor de la Orden de San Raimundo de Peñaflor.
Es autor, entre otras muchas obras, de Estado de Derecho y sociedad democrática (1966), Revisión de Unamuno (1968), Sociología y filosofía del Derecho (1971), La filosofía social del krausismo español (1973), Pensamiento español 1939-1973 (1978), La transición democrática, claves ideológicas (1987), Curso de filosofía del Derecho (1998), Un itinerario intelectual. De filosofía jurídica y política (2003), De la Institución a la Constitución. Política y cultura en la España del siglo XX (2009), y El derecho y el poder. Realismo crítico y filosofía del Derecho (2013).
Doctor Honoris Causa por las Universidades Carlos III de Madrid (2002), Milán (2006), Granada (2007) y Alicante (2008), ha recibido el Premio Pablo Iglesias de Ciencias Sociales (1984), el Premio Internacional de Ensayo Caballero Bonald (2009) y el Premio Enrique Ruano Pro Derechos Humanos (2011).