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Carlos Martínez Alonso [1950]
Figura en los primeros puestos del ranking mundial de la biociencia como inmunólogo y biólogo molecular. Leonés nacido el 9 de enero de 1950 en Villasimpliz, Carlos Martínez Alonso estudió en el colegio de Jesús Divino Obrero de León, es licenciado en Bioquímica por la Universidad Complutense de Madrid (1974) y doctor en Inmunología en la misma institución académica (1978).
Ha trabajado en diversos puestos investigadores, entre los que destacan el Departamento de Bioquímica de la Escuela Superior de Ingenieros Agrónomos de Madrid (1973-1974), el Departamento de Inmunología de la Clínica madrileña de Puerta de Hierro (1974-1979), donde tuvo como maestro a Miguel Kreisler; el Instituto de Inmunología de Basilea, en Suiza (1979-1981), donde Niels Jerne, Sasumu Tonegawa y George Koehler desarrollaron los trabajos que les valdrían dos premios Nobel; la Facultad de Medicina de Umea (Umea, Suecia); y el Centre National de la Recherche Scientifique en el Instituto Pasteur parisino (1982-1983).
Asimismo, ha desarrollado su actividad docente en el Departamento de Inmunología de la Clínica de Puerta de Hierro (1983-1986), en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y en el Centro de Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Madrid (1986-1993), a lo que hay que sumar sus estancias como profesor visitante en el extranjero, concretamente en el Instituto Max Planck de Friburgo (Alemania) (1987), en el Ontario Cancer Institut de Toronto (Canadá) (1988), en la Compañía Millenium Pharmaceuticals en Boston (Boston, USA); y en el Instituto Tecnológico de California en Pasadena (1992-1993).
Creó y dirigió, entre 1996 y 2004, el Departamento de Inmunología y Oncología del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC; vicedirector del Centro Nacional de Biotectonología en 2002-2003, presidió el CSIC entre 2004 y 2008, y ha sido secretario de Estado de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación en 2008-2009.
Ha sido representante de la Unión Europea en el Comité́ Científico de la NATO y del Programa HUGO, Presidente de la EMBC (European Molecular Biology Conference), Vicepresidente del Patronato de EMBL (European Molecular Biology Laboratory), Vicepresidente de EUROHORCS (European Heads of Research Organizations) y miembro del comité́ ejecutivo de ESF (European Science Foundation). Fue Chair de la convocatoria de ERC Starting Grants en 2007 y Chair de Life Science panel para el programa Synergy Grants del ERC en 2012 y 2013. Actualmente es miembro de paneles del ERC y miembro del Comité Científico Asesor del Instituto Veneciano de Medicina Molecular, VIMM, (Padova). Es miembro del Comité Científico de varias Instituciones y Presidente del Comité Científico Externo del ISPA.
Fue miembro del patronato del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), del Patronato y del comité ejecutivo de la National Library, Presidente del INIA (Spanish Institute for Agrobiology), del Carlos III (Spanish Institute for Health Research), del IAC (Institute of the Canary Islands), del IEO (Spanish Institute of Oceanography), del IGME (Instituto Geológico de España) y del CIEMAT (Center for Energy, Environmental and Technological Research).
Entre sus labores de difusión de la ciencia destaca la creación, en 2001, en colaboración con los doctores A. Bernad y C. Garmendia, de la compañía Genetrix, que se convirtió en una de las más exitosas empresas de Biotecnología en España, así como su activa participación en diferentes medios de comunicación, escritos y audiovisuales. Asimismo, con Alfonso Valencia, Roderic Guigo y Jose Dopazo creó la compañía de bioinformática Alma.
Durante 35 años, Martínez Alonso ha estudiado la fisiología de los linfocitos como componentes centrales del Sistema Inmune, desde la perspectiva de la biología celular y molecular. Más específicamente, su carrera científica se ha centrado en el estudio de la activación y migración leucocitaria, la regulación del Sistema Inmune y sus implicaciones en el cáncer, la infección por el virus HIV.1 y las enfermedades autoinmunes. Sus trabajos aportaron la primera descripción del modelo actualmente admitido sobre la activación de los linfocitos B y los linfocitos T, y sus posibles implicaciones en el desarrollo de las enfermedades autoinmunes. Fruto de todo ello ha sido la publicación de más de 460 artículos, con alrededor de 20.000 citas. Recientemente, su actividad investigadora se ha centrado en el papel del locus Dido en la fisiología y patología.
Ha dirigido más de 30 proyectos de investigación financiados, ha publicado mas de 470 publicaciones en las revistas científicas mas prestigiosas, y cuenta con más de 50.000 citas. Miembro de una veintena de sociedades científicas, españolas y extranjeras, entre las que destacan la European Molecular Biology Organzation (EMBO), de la que durante 6 años fue miembro de su Comité Cientifico, la Academia Europea, la Academia de los Estados de la Unión Europea, y la Academia Hassan II de Marruecos, es miembro del Consejo Editorial de diversas revistas especializadas a escala internacional y es Doctor Honoris Causa por las Universidades de León y Alcalá de Henares. También forma parte del Consejo Social de la Universidad Politécnica de Madrid y preside la Comisión de Actividades, Investigación, Transferencia y Colaboraciones.
Ha sido galardonado con el Premio de la Real Sociedad de Ciencias Naturales, el de la Fundación Ciencias de la Salud, el Dupont de la Ciencia (2001), el de la Fundación Carmen y Severo Ochoa (2001), el Rey Jaime I de Investigación (2003), el de la Fundación Lilly (2004) y el Premio Nacional de Medicina “Gregorio Marañón” (2012). En 2013 recibió la Gran Cruz del Mérito Civil. En 2003 fue nombrado Hijo Predilecto del Ayuntamiento de Pola de Gordón, cuya Casa de Cultura lleva su nombre.
Ana Jiménez López [1926-2013]
Aunque nacida en La Coruña el 15 de noviembre de 1926, la escultora Ana Jiménez López poseía raíces castellanas y leonesas: su madre era zamorana y su padre, militar de profesión, abulense. En Valladolid residían, además, sus abuelos paternos, por lo que no eran infrecuentes las visitas familiares a la ciudad del Pisuerga. Fue precisamente su abuelo quien descubrió la capacidad de aquella niña para el dibujo.
En Valladolid se instaló definitivamente Ana Jiménez a los nueve años. Cursó el Bachillerato en el Instituto ‘Núñez de Arce’. Su padre, militar de filiación republicana, fue encarcelado durante la Guerra Civil y llegó a ser condenado a muerte junto a Federico García Lorca. Al contrario que al poeta, a él le salvó la buena amistad con el entonces gobernador civil de Granada. Sin embargo, el episodio fue tan dramático que terminaría provocando la muerte de la madre cuando ella tenía once años.
En 1950 ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de Valladolid con objeto de aprender la técnica del dibujo, que hasta ese momento practicaba de forma intuitiva. Recibió entonces las enseñanzas escultóricas de los profesores José Luis Medina y Antonio Vaquero, especialmente de este último, que la animó a cultivar la escultura de manera personal. Antes de graduarse, Ana Jiménez realizó obras como Retrato de María Carmen (1953), Mujer sobre la hierba (1955) y Calcetando (1955).
Se despidió de la Escuela ganando, en 1956, el Premio de Escultura «Martí Monsó» por la totalidad de la obra realizada, y al año siguiente conseguía el Premio «Fernández Araoz» de escultura por un retrato de Pili en terracota, así como la Medalla Nacional de la Exposición de Bellas Artes de Madrid por su obra Niña. Muy influida por el escultor Cristino Mallo, desde 1960 se dedica de manera intensiva a la restauración de obras artísticas, principalmente escultóricas, elabora piezas para comercios vallisoletanos, cumple encargos diversos y en 1962 lleva a cabo una importante exposición de tablas religiosas en el Palacio vallisoletano de Santa Cruz. Ese mismo año realiza un busto de Isabel la Católica para los carlistas, quienes se lo ofrecieron como regalo a Carlos Hugo e Irene.
Primer Premio de Pintura del Ministerio de Información y Turismo con una tabla sobre tema navideño (1963), en 1964 se incorporó a la Escuela de Artes y Oficios de Valladolid como profesora de modelado, donde permaneció durante 25 años, hasta su jubilación; tarea docente y formativa que también cultivó en el Instituto Zorrilla y en la antigua Escuela Normal de Maestros.
En ese mismo año de 1964 se hace con el Premio Nacional de Escultura vallisoletano con el relieve Composición o Maternidad, al año siguiente es galardonada en el concurso «Nueva Navidad» celebrado en el Ayuntamiento por un relieve policromado con el tema del Belén, y en 1966 confecciona el relieve del monumento de Benlliure de los Zapadores de Alcántara, entregado al entonces Príncipe Juan Carlos a su paso por la Academia de Caballería de Valladolid. Suyo es igualmente el Monumento al V Centenario del Matrimonio de los Reyes Católicos (1969), la escultura de Juana la Loca (1981) expuesta en Tordesillas y otra de Mariana Pineda (1981). Desde mediados de los 60 participa en numerosos proyectos, es requerida por organismos oficiales y figura como miembro de diversos jurados.
Ana Jiménez ha «plantado» en calles, centros educativos y plazas céntricas obras de gran formato y calidad: en Valladolid, Roa (Burgos), Paredes de Nava, etc. En la ciudad del Pisuerga, su obra más famosa es La bola del mundo que preside la Plaza de España. Confeccionó igualmente la Medalla para los Juegos Internacionales de Gimnasia Rítmica, celebrados en esta misma ciudad en 1985, y otra más para los Concursos deportivos del año siguiente. También destacan el monumento Candia para el Parque Ribera de Castilla, elaborado por encargo de Ayuntamiento vallisoletano en 1996, y el relieve de bronce conmemorativo del IV Centenario del Quijote en la Casa de Cervantes (2005). Fallecida en noviembre de 2013, desde 1988 cuenta en Valladolid con una Fundación que lleva su nombre. En marzo de 2016, su heredera universal, María Pilar Lourdes Tejedor, donó al Museo de Valladolid 518 obras y más de 300 dibujos, que constituyen toda la vida artística de Ana Jiménez.
Josefina Aldecoa [1926-2011]
Escritora de la generación de los 50 y protagonista de empresas pedagógicas de hondo calado social, Josefina Rodríguez, viuda del novelista Ignacio Aldecoa, nació en la localidad leonesa de La Robla el 8 de marzo de 1926, donde disfrutó de una infancia feliz en la casa de sus abuelos maternos. Según su propio testimonio, fue su abuelo paterno, autodidacta, librepensador, ateo y republicano, el que la introdujo en el mundo de la lectura. Además, su madre y su abuela eran maestras formadas en la pedagogía de la Institución Libre de Enseñanza, lo que supondrá una influencia determinante para su quehacer posterior.
En León no tardó en contactar con el círculo creado en torno a Antonio G. de Lama y la revista Espadaña en la Biblioteca Azcárate. Junto a Lama, Crémer, Nora, José Castro Ovejero y el filósofo Eloy Terrón frecuentó, además, los «libros prohibidos» de la época, «toda la novela del XIX francesa, rusa, inglesa...».
En 1944 se trasladó con su familia a Madrid, en cuya Universidad se doctoró en Filosofía y Letras (1956). En la capital española publicó en la revista del SEU La Hora, y contactó con aquellos jóvenes que, en breve, pondrían nombre a la famosa «generación de los 50»: Rafael Sánchez Ferlosio, Alfonso Sastre, Jesús Fernández Santos, Francisco Pérez Navarro, Carmen Martín Gaite e Ignacio Aldecoa, al que conoció en el Café Gijón y con el que contrajo matrimonio en 1952 en la ermita de San Antonio de la Florida, «sin invitados ni traje blanco, ni banquete ni viaje de novios». Juntos participaron en la puesta en marcha de Revista Española, para la que Josefina tradujo el primer relato de Truman Capote editado en España.
Antes de eso había perfeccionado el inglés en el British Institute, disfrutado de una estancia en el Crosby Hall londinense (1950) y reeditado, junto a otros compañeros, las famosas misiones pedagógicas republicanas visitando pueblos, cercanías de Madrid y localidades andaluzas.
En junio de 1959 decidió poner en marcha el colegio privado Estilo, uno de los centros educativos laicos más prestigiosos del país. Recién publicada su tesis doctoral, titulada El arte del niño, junto a Rosario Correa y Salvador Pons alquiló un chalet en El Viso donde ensayar sus ideales pedagógicos, que mucho tenían que ver con la influencia recibida de su madre y su abuela materna. Fue directora única del colegio desde 1962.
A su faceta pedagógica y literaria sumó, además, la de mujer comprometida con su tiempo: en ese mismo año de 1962 participó en una manifestación de mujeres convocada en solidaridad con los mineros asturianos que habían sido represaliados por las fuerzas de orden público a raíz de las famosas huelgas convocadas en la primavera. Tomaron la Puerta del Sol y fueron detenidas: tras 12 horas encerrada en un edificio del Ministerio, fue puesta en libertad bajo multa de 5.000 pesetas. La muerte de su marido, ocurrida en 1969, la sumió en una profunda crisis que la apartó temporalmente de la literatura.
Con ayuda de Clemente e Isabel Auger abrió, en 1976, la librería Aldecoa, situada en un rincón de La Castellana, que poco después traspasó a su sobrino Juan. Regresó a la literatura a instancias del editor Gustavo Domínguez, que en 1979 le encargó recopilar los cuentos de su marido, publicados al año siguiente: «Ignacio fue quien indirectamente me devolvió a la literatura», confesaría.
Entre sus obras publicadas destacan La casa gris (1952, reeditada en 2005), A ninguna parte (1961), Los niños de la guerra (1983), La enredadera (1984), Porque éramos jóvenes (1986), El vergel (1988), Cuento para Susana (1988), Historia de una maestra (1990), Mujeres de negro (1994), La fuerza del destino (1997), Confesiones de una abuela (1998), Fiebre (2001), El enigma (2002), el libro de memorias En la distancia (2004) y Hermanas (2008). En 2005 recibió el Premio Julián Besteiro a la trayectoria literaria y la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo.
Falleció en la localidad cántabra de Mazcuerras en marzo de 2011.
Germán Sánchez Ruipérez [1926-2012]
Dinamizador cultural de Salamanca y forjador de empresas culturales de fama internacional, Germán Sánchez Ruipérez nació el 12 de septiembre de 1926 en la localidad salmantina de Peñaranda de Bracamonte. Su madre era maestra y su padre, librero e impresor. Transcurrida la Guerra Civil, y en compañía de su familia, se traslada a Salamanca, donde su padre había adquirido la entonces modesta librería Cervantes. En 1942, deja sus estudios de Bachillerato y se incorpora a la librería que él mismo dinamizaría con nuevas propuestas y sistemas de gestión, lo que haría de Cervantes una de las mejores librerías de España.
En 1958, Germán Sánchez Ruipérez abandona Cervantes para emprender su trayectoria como editor independiente: un año más tarde constituyó la razón social Ediciones Anaya S. A., que, al paso de los años, se convertiría en uno de los grandes grupos editoriales españoles, Grupo Anaya.
Propietario del grupo empresarial America Publishing Group, el más importante en la distribución de publicaciones periódicas en castellano en América, crea o adquiere en el continente americano diversas empresas editoriales, además de abrir en Nueva York la más destacada librería con fondos españoles de la ciudad neoyorquina.
También fue socio fundador de Tele 5, cadena que terminó abandonando por discrepancias respecto a los criterios de programación, y editor y empresario del diario El Sol, que fundó en 1990. En 1998, el Grupo editor Havas –propietario de sellos del prestigio de Larousse o Nathan– adquirió el 100% del capital de Grupo Anaya.
En octubre de 1981 creó la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, todo un referente consolidado en el mundo español de la cultura, que en el año 2002 recibió el Premio Nacional de Promoción de la Lectura.
Entre los muchos reconocimientos que se le han concedido destacan la Medalla de Oro de Salamanca, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2002), la Encomienda con Placa de Alfonso X el Sabio, la Encomienda de Número de la Orden de Isabel la Católica, la Distinción del Mercy College de Nueva York, el título de Caballero de la Orden Nacional del Mérito de Francia, el XVI Premio Juan Lladó (2001) y el Premio Montblanc al mecenazgo Cultural (2005). En 2010 fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca. Falleció en República Dominicana el 12 de febrero de 2012.
Eduardo Galante Patiño [1953]
Investigador comprometido con el Medio Ambiente y la biodiversidad, Eduardo Galante Patiño nació en Pontevedra el 1 de febrero de 1953. Se licenció en Ciencias Biológicas por la Universidad de Salamanca en 1975, obtuvo el grado de doctor tres años después y trabajó como profesor titular entre 1982 y 1991.
Este último año obtuvo la Cátedra de Zoología de la Universidad de Alicante, donde ejerce desde entonces y cuyo departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales dirigió entre 1996 y 1999.
Ha desarrollado numerosas actividades de gestión relacionadas con su especialidad: director del programa Biodiversidad: conservación y gestión de especies y sus hábitats de la Universidad de Alicante, que obtuvo las Menciones de Calidad del Ministerio de Educación y Ciencia (años 2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008 y 2009) y Excelencia (2011-2014); coordinador, en 2009, del Área Biología Animal, Vegetal y Ecología de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Castilla y León; presidente, entre 2001 y 2007, del Comité Español de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN); fundador y director del Centro Iberoamericano de la Biodiversidad (CIBIO) de 1999 a 2013; presidente de la Asociación Española de Entomología desde 1993 y de la Comisión de Fauna del Comité español de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) desde enero de 2008. Además, desde mayo de 2013 dirige el Museo de la Biodiversidad de la Universidad de Alicante-Ayuntamiento de Ibi (Alicante), que él mismo fundó, y la Cátedra UNESCO, subsede Universidad de Alicante, “Reservas de la Biosfera y Ambiente Urbano”
Ha sido vocal de diversas Comisiones sobre Medio Ambiente: de la Comisión de Científicos del Ministerio de Medio Ambiente (Madrid) para el establecimiento de “La Estrategia Nacional de Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad” (1997-1999), del Comité Español para el Año Internacional de las Montañas (2002), del Consejo Nacional de Clima del Ministerio de Medio Ambiente (2002-2004), del Consejo de la Red de Parques Nacionales (2008-2013), del Panel de Expertos para el Informe del Impacto del Cambio Climático en España (ECCE) del Ministerio de Medio Ambiente (2003-2005) y del Programa CYTED (Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo) del Área del Desarrollo Sostenible, Cambio Global y Ecosistemas (2006-2009).
Actualmente es vocal del Comité de Estudio del Cambio Climático Alto Consejo Consultivo de Investigación, Desarrollo e Innovación de la Presidencia de la Generalitat Valenciana (2011) y del Comité Científico de Parques Nacionales del Ministerio de Medio Ambiente (desde 2001).
Ha ocupado otros puestos de responsabilidad en materia de Medio Ambiente en la Generalitat valenciana, donde ha sido del secretario del Consejo de Política Científica y Tecnológica en 1990-1991 y director general de Conservación del Medio Natural entre 1992 y 1994.
Ha trabajado como investigador en la Academia de Ciencias de Cracovia, en el Laboratorio de Zoología de la Universidad Montpellier III, en el Instituto de Ecología de Xalapa, Veracruz, en el Centro de Investigación ECOSUR de la Frontera Sur de Chiapas y en el Centro de Investigaciones de Investigaciones Biológicas de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Reserva de la Biosfera de Tehuacan-Cuicatlan, Reserva de la Biosfera del Triunfo y Selva de los Tuxtlas, todo ello en tierras mejicanas, donde llevó a cabo importantes estudios sobre coleópteros. Asimismo, desarrolla investigaciones en el INBio, Instituto Nacional de Biodiversidad de Costa Rica.
Ha dirigido 39 proyectos de I+D sobre Biodiversidad y Conservación, 30 proyectos sobre Medio Ambiente (contratos con empresas y administraciones) y 4 proyectos de Cooperación al Desarrollo en Iberoamérica. Ha dirigido 17 tesis doctorales sobre diversidad entomológica y ha dado a la imprenta 167 publicaciones entre libros, capítulos de libros y artículos en revistas especializadas.
Sobresale su labor en defensa y protección de los invertebrados, así como el impulso al Programa de Parques Naturales castellanos y leoneses, y sus estudios sobre biodiversidad y conservación de insectos. Socio fundador de la Asociación Española de Entomología en 1977, es miembro de la Sociedad Europea de Coleoterología y también pertenece a las sociedades americana, canadiense, francesa y aragonesa de Entomología, a la sociedad National Geographic, a la Unión Mundial de la Naturaleza y a la Fundación Terra Natura.
En 1998 fundó la publicación de difusión científica "Cuadernos de Biodiversidad". Ha dirigido Simposios Internacionales sobre Biodiversidad organizados, entre otros, con la Fundación Ramón Areces, Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED) y Universidad Internacional Menéndez Pelayo; en 2002 fundó y es responsable científico de los Foros anuales de Biodiversidad de la UICN-España, es impulsor y coordinador científico de los Programas de Protección de Artrópodos en España, ha presidido la Comisión de Fauna del Comité español de la Unión Mundial de la Naturaleza entre 1998 y 2000 y ha sido coordinador nacional del estudio sobre los Artrópodos de la Directiva Europea Hábitat (1996-1997), del Catálogo Español de Artrópodos Protegidos (1998-2002) y, desde 2004, del Atlas de Especies de Invertebrados Españoles Amenazados.
Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Piura (Perú, 2005), ha recibido el Diploma de Reconocimiento de los Indios Mames del Ejido de Boquerón, Chiapas (México) 2004 por la labor de protección del Medio Ambiente de los bosques de niebla de Chiapas, y el Premio Augusto González de Linares de Medio Ambiente, Cantabria 2007 por la contribución a la preservación de la biodiversidad, innovación e investigación en el ámbito del desarrollo en España e Iberoamérica.
Franciscanos de la Cruz Blanca
El carisma de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca, instituto religioso católico de derecho diocesano erigido canónicamente en 1989, gira en torno al cuarto voto que profesan junto con los de Castidad, Pobreza y Obediencia. Se trata de la asistencia a los enfermos incurables y a los más necesitados. Su labor, por tanto, se desenvuelve entre los enfermos incurables, discapacitados físicos y psíquicos, en medio de los más necesitados de la sociedad, entre los marginados y quienes sufren carencias familiares, sociales y económicas.
A todos ellos se entregan los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca desde que en 1975 fueran creados en Tánger por el hermano Isidoro Lezcano Guerra, fallecido en 2006. Realizan esta labor en sus “Casas familiares”, formadas por comunidades reducidas de Hermanos y un número no muy elevado de asistidos. Emplean por tanto métodos de asistencia basados en el ambiente familiar de pequeños centros asistenciales, atendidos por personal de mantenimiento, terapeutas, religiosos y voluntarios. Poseen 30 “Casas familiares” en España, 2 en Marruecos (Tánger y Alhucemas) y 5 en Venezuela. Según datos de 2012, en ese año contaban para toda esta labor con 75 hermanos, 631 trabajadores y 1.226 voluntarios Además, en 2004 pusieron en marcha la Fundación Cruz Blanca con objeto de prestar apoyo a las Casas Familiares/Programas de Cruz Blanca en las áreas que necesitan mayor coordinación: voluntariado, cooperación internacional, formación, sensibilización y apoyo técnico en la gestión de programas.
En nuestro país, sus casas familiares se encuentran en Cataluña, Madrid, Aragón, Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Canarias; en Castilla y León poseen dos: en Villafranca de El Bierzo, provincia de León (Casa Familiar Fundación Valcárcel-Alfayate), y en Segovia capital (Casa Familiar Virgen de La Encarnación); entre ambas atienden anualmente a más de 60 personas fijas, sin contar las que puedan pasar por sus centros asistenciales.
A Villafranca del Bierzo llegaron en 1985, después de que los sacerdotes Valcarce Alfayate dispusieran que su casa paterna, convertida en hogar-residencia, fuera administrada por esta congregación. De ahí que la “Casa familiar” se denomine “Fundación Valcárcel-Alfayate”. En la actualidad atiende a 37 personas, la mayor parte de ellas ancianos, pero también a desvalidos, transeúntes, inadaptados sociales y a familias que están sufriendo los estragos de la crisis económica. Forman esta comunidad leonesa 3 hermanos, 8 colaboradores internos, 16 trabajadores cualificados, y más de 50 voluntarios.
Por su parte, la “casa familiar” segoviana, ubicada desde hace más de tres décadas en la casa de la calle María Zambrano, cedida por el Obispado, acoge en la actualidad a 25 residentes, a los que se suman otras cinco personas que utilizan la Casa como ‘centro de día’, esto es, permaneciendo en ella durante toda la jornada pero regresando al domicilio de sus familiares al caer la tarde. Su capacidad máxima es de 25 residentes, pero podrían acoger además a 15 personas en régimen de “centro de día”. Junto a tres franciscanos y once trabajadores —encargados de la cocina, la limpieza y el cuidado de los residentes—, en la casa familiar también desempeñan una función cerca de 40 voluntarios.
Para su financiación, los residentes entregan el 80% de sus pensiones, que en la mayoría de los casos son no contributivas, y, gracias a un concierto con la Junta de Castilla y León, la Administración Regional entrega una ayuda económica para el mantenimiento de varios residentes. Aun así, la falta de fondos ha llevado a los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca a organizar en Segovia una serie de actividades para recabar ayuda de la población segoviana; también reciben donativos de empresas, ONG’s y particulares.
Han recibido numerosos galardones por su labor. El Centro Segoviano de Madrid ya les distinguió en 1996 con el premio Don Juan de Borbón por su labor humanitaria; al año siguiente recibían el Premio Aragón, en el 2000 el Convivencia de la Ciudad Autónoma de Ceuta; Placa de Oro y Medalla de la Diputación Provincial de Cádiz (2001); Orden Islas Canarias Grado de Gran Cruz (2002); Premio Especial del Voluntariado de Castilla y León (2004); Medalla de Oro Ciudad de La Laguna (2005); Premio Cordobeses del Año 2006; varias convocatorias del Premio Altoaragoneses del Año; Medalla de Plata de la Asociación Cultural Coro Rociero de Cáceres (2007), y El Premio Plaza de España 2009 a los valores constitucionales (Delegación de Gobierno de Andalucía).
Juan Carlos Elorza Guinea [1939]
Estudioso del patrimonio y artífice de importantes restauraciones en Castilla y León, Juan Carlos Elorza Guinea nació en Vitoria el 30 de octubre de 1939, pero su vida y su trayectoria profesional han estado siempre vinculadas a Burgos. Cursó los estudios primarios en el Colegio de los Marianistas de su ciudad natal y es doctor en Filosofía y Letras (sección de Historia) por la Universidad Autónoma de Madrid, y en Arqueología por el Instituto de Arqueología Cristiana de Roma.
Ingresó en el Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos y ha dirigido los Museos de Logroño, Salamanca y Burgos, museo este último en el que ha permanecido como director desde 1978 hasta su jubilación, en octubre de 2009. También ha sido subdirector general de Museos y Exposiciones, inspector facultativo de Museos y presidente, en 1997, de la Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Carlos I y Felipe II. Finalizadas estas conmemoraciones, ocupó la presidencia de la Sociedad Estatal para la Acción Cultural en el Exterior, hasta que en 2002 pasó a dirigir la Real Academia de España en Roma.
En Castilla y León llevó a cabo numerosas actuaciones de restauración y conservación del patrimonio: en Burgos rehabilitó íntegramente la Casa Miranda y obtuvo la adquisición y rehabilitación de la Casa de Iñigo Angulo, la Casa Melgosa y el Cine Calatravas, todo ello entre 1978 y 1986. Fundó y presidió la Asociación de Amigos de la Catedral burgalesa, ha sido responsable de la restauración de las capillas del Condestable, de San Jerónimo y de Santa Ana, y de las colecciones de pintura flamenca e hispanoflamenca, española e italiana; participó en la creación del Museo Catedralicio burgalés, amplió y restauró los museos de Palencia, Zamora, Soria, Burgos y Segovia.
Director de más de una decena de excavaciones arqueológicas y comisario de más de veinte exposiciones, miembro del Patronato del Museo del Prado y de la Fundación Lázaro Galdiano, de la Junta Asesora de Monumentos y Conjuntos Histórico-Artísticos de la Dirección General, del Patronato de la Academia de España en Roma, de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español y del Patronato del Museo Arqueológico Nacional, ha sido secretario de la Fundación Silos y director de su Complejo Museístico.
Entre los reconocimientos recibidos destacan la Medalla de Plata al Mérito de las Bellas Artes, la Encomienda de la Orden de la Corona de Bélgica, la Cruz de Honor al Mérito de Ciencias y Arte de la República de Austria, la Encomienda de la Orden al Mérito de la República Italiana, y la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.
Miembro de las Reales Academias de la Historia y de Bellas Artes, académico de la Institución Fernán González, numerario de la Academia Burgense de Historia y Bellas Artes, miembro de la Real Academia de la Purísima Concepción de Valladolid y del Instituto Arqueológico Alemán, Elorza tiene escritos un gran número de libros y artículos, entre los que destacan: Los monumentos funerarios de época romana en forma de casa, de la región de Poza de la Sal (Bureba, Burgos) (1975, en colaboración); Esculturas romanas en La Rioja (1975); Arte medieval burgalés y esmaltes del taller de silos y contemporáneos (1978, en colaboración); Las Cortes de Castilla y León: sitios y lugares de celebración (1990); Tesoros de Castilla y León. De la Prehistoria a los Reyes Católicos (1992); El Panteón de las Huelgas de Burgos. Los enterramientos de los reyes de León y Castilla (1988); Dióscoro Puebla (1831-1901) (1993); Pintores castellanos y leoneses del siglo XIX (1989); La imagen de la catedral de Burgos: 111 vistas del templo burgalés (1995); El scriptorium silense y los orígenes de la lengua castellana (1995); El Duero que nos une. Arte contemporáneo portugués y castellano-leonés (1994); Las Cortes actuales de Castilla y León (1994), y Artistas burgaleses en las exposiciones nacionales (1998).
Pedro Delgado Robledo [1960]
Es el pionero de los grandes triunfos del ciclismo español a escala internacional. Pedro Delgado Robledo, más conocido como Perico Delgado, nació en Segovia el 15 de abril de 1960 y a los 10 años ya montaba en bicicleta con cierta soltura. Aunque entonces no era su único deporte. Jugaba al fútbol y al baloncesto, practicaba la natación y el atletismo, le gustaban el balonmano y el voleibol. La primera bici la consiguió junto a su hermano Julio repartiendo por las calles de su ciudad ejemplares de El Adelantado de Segovia: lograron ahorrar 2.500 pesetas y comprar una de paseo. Cursó sus estudios en los colegios de Santa Eulalia y Calvo Sotelo, y el bachillerato en el Instituto Andrés Laguna, todos de ellos en Segovia.
Influido por un amigo del colegio, no tardó en acudir a la Escuela de Ciclismo de su ciudad natal, donde inició su carrera deportiva. En el Campeonato Provincial Segoviano de 1974 lo descubrió Moncho Moliner, fundador del equipo Moliner Vereco, y en enero de 1975 ya formalizaba el fichaje en el Mesón de Cándido. Entrenaba en Valladolid los fines de semana y compatibilizaba la bicicleta con los estudios. Entre 500 y 1.000 pesetas comenzó a ganar en premios entre 1976 y 1977. En las filas del Moliner Vereco dio el paso, en 1978, de juvenil a aficionado. En ese mismo año disputó su primera carrera francesa, la Aragón-Béarn; al año siguiente haría lo propio en el Tour del Porvenir.
En las filas del equipo Gaylo Vangüard ganó la Vuelta a Tarragona (1980), y al año siguiente, recién llegado al Reynolds de José Miguel Echávarri, logró la Vuelta a Murcia (1981). En 1982 pasó al campo profesional y disputó la Vuelta a España: «De este año me quedo con la pájara tan impresionante que cogí en la etapa de Zaragoza a Sabiñánigo, donde pensé que este deporte no era para mí... Terminé trigésimo, hecho polvo», ha reconocido. Al año siguiente ya disputaba su primer Tour de Francia: quedó decimoquinto en la general, aunque en Alpe D’Huez llegó a situarse segundo. Ese año, debido a la postura adoptada en el descenso de Peyresourde, con el cuerpo echado hacia delante y la cabeza pegada al manillar, los franceses le apodaron Le Fou des Pyrénées: El loco de los Pirineos. Fue entonces cuando decidió abandonar los estudios de Ayudante Técnico Sanitario (ATS) para dedicarse por completo al ciclismo.
En la Vuelta a España de 1984 logró el maillot de líder en la etapa de Rasos de Peguera, pero lo perdió cinco días después; al final, quedó en cuarta posición en la clasificación general. Peor le fue en el Tour de aquel año, pues una caída, con la consiguiente rotura de clavícula, lo apartó de la carrera. Llevado desde 1983 por el preparador José Luis Pascua Piqueras, en 1985, esta vez en las filas del equipo Orbea, conseguía su primera Vuelta Ciclista a España ganando la etapa de los Lagos de Covadonga. Además, fue sexto en la general y segundo en la clasificación de Montaña del Tour, adjudicándose la etapa de Luz Ardiden.
Con la formación holandesa PDM ganó en 1986 la etapa de Pau en la Ronda francesa, pero la muerte repentina de su madre le apartó de la carrera.
Al año siguiente ganó la etapa de Villar de Lans y se vistió de amarillo en Alpe D' Huez, aunque finalmente hizo segundo en la general en pugna con Stephen Roche. También en 1987 acarició el podio de la Vuelta a España con un cuarto puesto, siendo galardonado como Mejor Deportista Español del Año.
Pero 1988 fue, sin duda, el año del despegue definitivo del segoviano. Comenzó séptimo en el Giro de Italia, carrera por la que sacrificó la Vuelta a España con objeto de preparar mejor la ronda francesa. Los resultados confirmarían lo acertado de su decisión: se vistió de amarillo en Alpe D'Huez y al día siguiente ganó la cronoescalada de Villar de Lans. Finalmente, el 24 de julio se adjudicó la Ronda francesa. Además, ese mismo año se hizo con el Premio al Mejor Contrarrelojista y con el también prestigioso «Jacques Anquetil».
En 1989 consiguió tres etapas y el triunfo final en la Vuelta a España, pero terminó tercero en el Tour de Francia debido, en parte, a un retraso en la contrarreloj de salida (Luxemburgo), que lo arrojó a la última posición. En un Banesto en el que ya empezaba a brillar Miguel Induráin, Perico logra el segundo puesto en la Vuelta a España de 1990 y hace cuarto en el Tour. Al año siguiente, cuando “explota” Induráin, flamante ganador del Tour, Delgado termina noveno en la carrera y tampoco hace un buen papel en el Giro de Italia. Fue su peor año. El relevo Delgado-Induráin se llevó a cabo sin traumas.
Sus tres últimos años como ciclista profesional se saldaron con los puestos sexto (1992) y noveno (1993) en la mítica carrera francesa, tercero (1992), sexto (1993) y de nuevo tercero en la Vuelta Ciclista a España de 1994, y el triunfo en la clásica Setmana Catalana de 1993. En este último año comenzó a pensar en la retirada.
En 1994 disputó su última carrera del calendario internacional, la Escalada a Montjuich. Se despidió a finales de año en Santa Cruz de Tenerife, después de acumular 63 victorias de juvenil, 70 en aficionados y 11 Tours disputados, saldados con una victoria general, cuatro etapas y 15 días de amarillo. A partir de su retirada comenzó a colaborar con Radio Televisión Española como comentarista de las grandes citas ciclistas, aunque ya en 1988 había colaborado en el programa deportivo que dirigía José Ramón de la Morena en la Cadena. Desde 2016 colabora con "El Transistor", nuevo programa deportido de De la Morena en Onda Cero Radio. Ha publicado hasta el momento tres libros: A golpe de pedal (1995), Las escapadas de Perico (2016), y A golpe de micrófono (2016). En 2011 recibió la distinción de Caballero Gran Cruz de la Orden del Mérito Deportivo.