Saltar al contenido principal.

Escudo de la Junta de Castilla y León; Página de inicio

Contacto

Conoce Castilla y León

Contenido principal. Saltar al inicio.

Premios Castilla y León 2016

  • Premio Castilla y León de Investigación Científica y Técnica 2016 Juan Jesús Cruz Hernández [1951] Más información

    Premio Castilla y León de Investigación Científica y Técnica 2016

    Juan Jesús Cruz Hernández [1951]

    Biografía

    Nacido en Plasencia el 3 de mayo de 1951, el doctor Juan Jesús Cruz Hernández se licenció en Medicina en la Universidad de Salamanca en 1974 con media de sobresaliente en el expediente académico y obtuvo su grado de Doctor en Medicina y Cirugía, obteniendo la calificación de sobresaliente “Cum Laude” (1978) por la Universidad de Salamanca.

    Realizó la especialidad, vía MIR, en Medicina Interna en el Hospital Universitario de esa misma ciudad, donde en 1978 obtuvo una plaza de Médico Adjunto por oposición de Medicina Interna. Dos años después era nombrado profesor adjunto interino de Patología y Clínicas Médicas.

    En 1982, después de trabajar en el Instituto de Tumores de Milán, concretamente en el Servicio de Oncología Médica del doctor G. Bonadonna gracias a una beca postdoctoral del FISS, consiguió la plaza de profesor adjunto numerario de Patología y Clínica Médicas de la Universidad de Salamanca, que en 1984 fue transformada en la de profesor titular. Ese mismo año fue nombrado Jefe de Sección de Medicina Interna y obtuvo el título de Médico especialista en Oncología Médica. De hecho, también en 1984 inició la Unidad de Oncología Médica en el Hospital Universitario de Salamanca, siendo nombrado Jefe de Sección de Oncología Médica en 1986, que más adelante se convertiría en el Servicio de Oncología Médica, del cual es Jefe de Servicio desde 1995. Este Servicio constituye una referencia científica de primer orden en Castilla y León, no en vano posee el Reconocimiento de Excelencia para el Tratamiento Integral para los Pacientes con Cáncer desde el año 2006, por parte de la Sociedad Europea de Oncología Médica. En 1997, el profesor Cruz consiguió por concurso oposición la Cátedra de Oncología Médica de la Universidad de Salamanca.

    Miembro electo del Consejo de Gobierno de la Universidad de Salamanca desde 2006, ha sido secretario (1985-1988) y vicedecano (1988-1995) de la Facultad de Medicina, cuyo Departamento dirige en la actualidad. Además, desde 2007 dirige el Máster de Cuidados Paliativos de Enfermos Oncológicos.

    Obra y méritos

    Su labor investigadora se centra fundamentalmente en el cáncer de mama, tanto a nivel clínico como traslacional, y en el cáncer de cabeza y cuello. A este respecto, es autor de más de 200 artículos científicos sobre temas oncológicos y editor de 10 libros sobre la especialidad, ha publicado 80 capítulos de libros y presentado más de 300 comunicaciones a Congresos. Ha dirigido, hasta el momento, 40 tesis doctorales y figura como investigador principal en más de una veintena de proyectos de investigación competitivos a nivel nacional.

    Además de consejero editorial de acreditadas publicaciones científicas, como Neoplasia, The Oncologist, Oncología, Revisiones en Cáncer, European Journal of Cancer y Revista de Oncología, es miembro  de la Sociedad Española de Oncología Médica, así como miembro de la American Society of Clinical Oncology (ASCO) y de la European Society for Medical Oncology (ESMO). También es miembro fundador e investigador principal del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca y miembro del Instituto de Investigación Biomédica de esta misma ciudad, pertenece al Comité Científico de la Asociación de la Lucha contra el Cáncer, ha sido presidente y miembro fundador de la Sociedad de Oncología Médica de Castilla y León, vicepresidente del Comité Científico de la Escuela Europea de Oncología, y presidente de la Federación Española de Sociedades Oncológicas (FESEO) y de la Sociedad Española de Oncología Médica. Asimismo, es miembro de la Comisión Mixta SACYL-Universidad de Salamanca

    También ha sido fundador y presidente del Grupo Español de Tratamiento de Tumores de Cabeza y Cuello, y de la Junta Directiva del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) y de la Comisión Nacional de la Especialidad de Oncología Médica.

    Académico de número de la Real Academia de Medicina de Salamanca, de la que también fue secretario general, la dilatada labor de Juan Jesús Cruz ha sido reconocida con el premio “María de Maeztu” a la Excelencia Investigadora y la Mención en Excelencia por la coordinación en cuidados paliativos por la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO).

  • Premio Castilla y León de las Letras 2016 Óscar Esquivias Galerón [1972] Más información

    Premio Castilla y León de las Letras 2016

    Óscar Esquivias Galerón [1972]

    Biografía

    Nacido en Burgos el 28 de junio de 1972, Óscar Esquivias Galerón expresó muy pronto su vocación literaria. Según ha confesado él mismo, ya de niño, con apenas 11 años, concebía la escritura como un juego y fueron decisivos en su vocación literaria autores como Kipling, Carmen Kurtz, Dumas, Verne y Dostoievski. Desde muy joven, además de publicar relatos, poemas y artículos en revistas de España y América, consiguió ser galardonado en sucesivas convocatorias del Premio Letras Jóvenes de Castilla y León (años 1990, 1995 y 1997), circunstancia que le animó a dedicarse a la literatura.

    Mientras se licenciaba en Filosofía y Letras (especialidad de Geografía e Historia) en la Universidad de Burgos, codirigió la revista El mono de la tinta entre 1994 y 1998 y colaboró asiduamente en otras publicaciones, como Luzdegás. Después fundó y dirigió Calamar, revista de creación (1999-2002) y participó activamente en la vida literaria burgalesa organizando tertulias y recitales. Gracias a la Beca Valle-Inclán de creación literaria otorgada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, en 2006 residió en la Academia de España en Roma para documentarse sobre los años que pasó en Italia el compositor francés Héctor Berlioz.

    Obra

    Su primera novela, Jerjes conquista el mar (2000), reeditada por Ediciones del Viento en 2009, ha sido calificada por la crítica como una obra luminosa en la que ya aparecen ingredientes característicos de su obra, como el humor, la agilidad, el encanto y la pulcritud de su escritura; fue galardonada con el premio Arte Joven de la Comunidad de Madrid 1999. Con El suelo bendito, título que remite a ciertos versos del Himno a Burgos, ciudad en la que se sitúa la acción y que aparece en la historia casi como un personaje más, ganó el V Premio Ateneo Joven de Sevilla (2000).

    Su consolidación definitiva en el panorama literario nacional llegó con Inquietud en el Paraíso (2005), Premio de la Crítica de Castilla y León 2006, una novela escrita con maestría, en la que destaca la prosa clara y la amena narración realista, no carente de elementos fantásticos y humorísticos. Ambientada en los primeros momentos de la Guerra Civil en Burgos, es reflejo claro de la asombrosa madurez literaria del escritor burgalés y forma parte de una trilogía que, inspirada en la Divina Comedia pero siguiendo un itinerario inverso al que imaginara Dante, completan La ciudad del Gran Rey (2006) y Viene la noche (2007).

    En el ámbito de la literatura juvenil ha escrito Huye de mí, rubio, publicada en 2002 (una novela de aventuras dedicada a lectores jóvenes, que al año siguiente fue seleccionada en los White Ravens de la Internationale Jugend Bibliothek de Múnich) y la serie El signo de los valientes, compuesta hasta el momento por Mi hermano Étienne (2007) y Étienne el Traidor (2008), obras ambientadas durante la Revolución francesa que recrean la historia de la familia Galeron a través de los ojos de un niño de 12 años llamado Roch, a cuyo hermano mayor, Étienne, considera un valiente pese a que todos lo ven como un traidor.

    Sus tres libros de relatos lo han consagrado como uno de los referentes del cuento español: La marca de Creta (2008) está compuesto por dieciséis cuentos escogidos entre los que Esquivias fue publicando en revistas literarias de España y América y con él obtuvo el V Premio Setenil; Pampanitos verdes (2010), conformado por diez relatos en los que predominan protagonistas adolescentes y jóvenes que se enfrentan a momentos cruciales de su vida, galardonado en 2011 con el Premio ‘La tormenta en un vaso’; Andarás perdido por el mundo (2016), que incluye catorce relatos, cuyo título hace referencia a la maldición de Yahvé contra Caín en el Génesis, pero tomada a menudo de modo irónico; y El chico de las flores (algunos cuentos favoritos), una selección personal de relatos publicada en 2019.

    La ciudad de plata (2008) es un libro a medias ensayístico y autobiográfico dedicado a su ciudad natal. Está ilustrado con fotografías de Asís G. Ayerbe, artista con el que Esquivias ha colaborado en otros libros como Secretos xxs (2008), En el secreto Alcázar (2008), El canal de Castilla (2012) y Calle Vitoria (2015). También ha trabajado estrechamente con el ilustrador Miguel Navia en diferentes proyectos: en 2022, por ejemplo, publicaron Alguien se despierta a medianoche, libro en el que el universo literario de Esquivias se funde con el arte de Navia y en el que lugares verosímiles y ciudades como Bilbao, Burgos, Valladolid o Madrid se transmutan en escenarios de fábulas y de relatos de la tradición bíblica acaecidos en Nínive, Babilonia o Jerusalén.

    Su obra poética ha aparecido en revistas y antologías como Aquí llama primera del XXI (2004) y Jóvenes poetas españoles (2007). Colaborador habitual de la prensa, sus artículos y reportajes se publican regularmente en Veinte minutos y Diario de Burgos. Desde junio de 2008 es académico correspondiente de la Real Academia Burgense de Historia y Bellas Artes (Institución Fernán González).

  • Premio Castilla y León de las Artes 2016 Seminci Más información

    Premio Castilla y León de las Artes 2016

    Seminci

    Trayectoria

    Durante sus 61 años de existencia, cumplidos en marzo de 2017, la Semana Internacional de Cine de Valladolid se ha consolidado como uno de los festivales más importantes y una cita ineludible no solo para el público amante del cine, sino también para actores, directores y demás implicados en esta industria. Sus orígenes se remontan a marzo de 1956, cuando desde la Delegación provincial del Ministerio de Información y Turismo, regentada en ese momento por Antolín de Santiago-Juárez, futuro alcalde de Valladolid, se decidió organizar una Semana de Cine Religioso como reclamo turístico asociado a la Semana Santa vallisoletana. De Santiago-Juárez recogía así una propuesta que le habían formulado tiempo atrás tres jóvenes amantes del cine, José Ángel Martín Abdé, Luis Huerta y Javier Pérez Pellón. Con la aquiescencia del gobernador civil, Jesús Aramburu, la I Semana de Cine Religioso contó además con otros colaboradores, como Carmelo Romero, futuro director del certamen, Vicente Pineda, el padre José Peña, el jesuita Carlos María Staehlin, que enseguida se pondrá al frente de la cátedra de Cine de la Universidad, y el sacerdote Antonio Pelayo, que mucho más adelante llegaría a ser corresponsal en Roma de Antena 3.

    Celebrada la I Semana entre el 20 y el 25 de marzo de 1956, se estrenó con la película Una cruz en el infierno, de José María Elorrieta, a la que siguieron Cristo, de Margarita Alexandre y Rafael María Torrecilla, La Guerra de Dios, dirigida por Rafael Gil, La mies es mucha, de José Luis Sáenz de Heredia, y Balarrasa, de José Antonio Nieves Conde, que fue presentada por el actor Fernando Fernán Gómez. En aquella primera edición, las películas no concursaron entre sí, por lo que no hubo premios; pero la acogida del público fue lo suficientemente buena como para que se pensara en prolongarla el año siguiente. Con el paso del tiempo, la muestra fue cobrando mayor vitalidad a pesar de tener que sortear serias dificultades como, por ejemplo, la penuria económica o los estrechos márgenes establecidos por la censura. Aun así, la Semana de Cine se iría enriqueciendo paulatinamente, y el hecho de que pudieran ser presentadas obras foráneas permitiría establecer las bases de la dimensión internacional del festival.

    Hitos fundamentales en la trayectoria histórica de la Seminci, que en 1958 adoptó el apelativo de “internacional”, fueron sus cambios de denominación: en 1960, año en que se estrenó la Espiga de oro, cambió el nombre por el de Semana de Cine Religioso y de Valores Humanos, y en 1973, por el de Semana Internacional de Cine de Valladolid, ya sin referencia religiosa ni ética alguna. Por la Seminci han desfilado películas y directores de primera línea a todos los niveles, y algunos de sus estrenos marcaron un hito en la historia de los festivales de cine en España, sorteando la censura franquista pero también las protestas de la jerarquía eclesiástica. Los ejemplos son inabarcables.

    Como demostración del carácter vanguardista y revolucionario de la Seminci suelen citarse la proyección, en 1961, de El manantial de la doncella, de Ingmar Bergman, año que pasaría a la historia como la «Semana antinazi» por la proyección de varias cintas críticas con el régimen de Hitler; la asistencia, en 1963, de Akira Kurosawa y Mel Ferrer; la proyección, en 1965 y por primera vez en España, de Ciudadano Kane, de Orson Welles; la polémica suscitada en 1969 por las películas Simón en el desierto y La Vía Láctea, de Luis Buñuel; el descubrimiento de Ken Loach (1971) y la retrospectiva dedicada en 1972 al realizador polaco Adrzej Wajda; la expectación generada por Jesucristo Superstar, de Norman Jewison (1974), Amarcord, de Fellini (1974) y La naranja mecánica, de S. Kubrick (1975); y el impacto, en 1976, de Alguien voló sobre el nido del Cuco, de Milos Forman.

    La Seminci ha sido además pionera a la hora de dedicar ciclos y homenajes a realizadores como Yilmaz Güney (1980), Edgar Neville (1982), Nikita Mihalkov (1988), Stanley Donen (1989), Abbas Kiarostami (1993), Arthur Penn (1994) o Takeshi Kitano (1998), sin olvidar otros acontecimientos como el estreno mundial de 1984, de Michael Radford, la asistencia, en 1991, de un desconocido Brad Pitt para recoger la Espiga de Oro a Thelma y Louise, la presencia, en varias ocasiones, de Atom Egoyan, Robert Guédiguian o los hermanos Dardenne, que en 1996 triunfaron con La promesa, y la apertura, en 2006, a nacionalidades inéditas en su dilatada trayectoria, como Filipinas, Egipto o Serbia. Además, en los tiempos actuales se han incorporado secciones para niños, jóvenes y cineastas de la comunidad autónoma, y se han organizado proyecciones con música en vivo a cargo de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León.

    En estos 61 años, han dirigido la Seminci Antolín de Santiago-Juárez (1956-1973), Carmelo Romero (1974-1975), Rafael González Yáñez (1976-1977), un comité integrado por Fernando Herrero, Germán Losada, José María Muñoz, José Ángel Rodero y el propio González Yáñez (1978-1983), Fernando Lara (1984-2004), Juan Carlos Frugone (2005-2007) y Javier Angulo, su director desde 2008.

  • Premio Castilla y León de las Ciencias Sociales y Humanidades 2016 José Manuel Ruiz Asencio [1939] Más información

    Premio Castilla y León de las Ciencias Sociales y Humanidades 2016

    José Manuel Ruiz Asencio [1939]

    Biografía

    Nacido en Sevilla el 13 de octubre de 1939, José Manuel Ruiz Asencio, eminente paleógrafo y hombre de vasta cultura, está profundamente vinculado a la investigación académica sobre Castilla y León y los orígenes del castellano. Tras estudiar el Bachillerato en el Instituto San Isidoro de su ciudad natal, cursó Filosofía y Letras (Sección de Historia) en la Universidad de Sevilla, donde se licenció en 1963 y cuatro años más tarde obtuvo el título de doctor. De la mano de su maestro, Tomás Marín Martínez, catedrático de Paleografía y Diplomática de la Universidad sevillana, entró a formar parte, en 1959, de un grupo de trabajo que investigaba en los fondos de la Biblioteca Colombina. Ya en octubre de 1963 integraba el claustro de profesores de la Universidad hispalense merced al nombramiento, durante dos cursos, de «Catedrático de Universidad interino» de Lengua Árabe.

    Completó su formación en Italia, donde pudo estudiar y admirar la Biblioteca Laurenciana, y en el Goethe Institut de Alemania. Becario del CSIC de 1965 a 1967, en 1965 se trasladó a Madrid junto a su maestro, Tomás Marín. Impartió docencia en la Universidad Complutense hasta 1971, año éste en el que obtuvo la Cátedra de Paleografía y Diplomática de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid, vacante desde 1968 por el fallecimiento de Filemón Arribas. En dicho centro desarrolló el resto de su labor docente e investigadora hasta su jubilación. En 2010 fue nombrado profesor emérito de esta misma institución, y desde 2013 lo es con carácter honorífico y vitalicio.

    Ha sido secretario (1971-1973) y decano (1973-1975) de la Facultad de Filosofía y Letras vallisoletana, y, durante largos periodos de tiempo, director del antiguo Departamento de Paleografía y Diplomática, así como del actual Departamento de Prehistoria, Arqueología, Antropología Social y Ciencias y Técnicas Historiográficas. Sus principales líneas de investigación se han centrado en la escritura en España (siglos VI al XVIII); Códices medievales y modernos; el estudio y la edición de fuentes documentales medievales y modernas, así como de fuentes cronísticas medievales; y el estudio de la figura de Hernando Colón y de la Biblioteca Colombina. Es autor de más de una veintena de artículos en revistas científicas, 35 libros, otros 25 como editor y 47 capítulos de libros. Ha dirigido 21 tesis doctorales.

    Obras

    Su edición crítica de Los becerros gótico y galicano de Valpuesta, editada por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua y publicada en 2010 junto con Irene Ruiz Albi y Mauricio Herrero, ha sido calificada como revolucionaria por la Real Academia Española, por cuanto contiene los testimonios más antiguos, por ahora, del romance hablado en Castilla, lo que la ha consolidado como referencia básica del estudio de la lengua. En ella se analizan 187 documentos escritos en latín por 34 manos o escribas procedentes de Santa María de Valpuesta, monasterio ubicado en la localidad burgalesa del mismo nombre, y supone un paso investigador de enorme relevancia para conocer los orígenes del castellano.

    Otras obras destacadas de Ruiz Asencio son Poema de Mío Cid. Estudio paleográfico y transcripción (1983); Colección documental del Archivo de la Catedral de León, vol. III, 986-1031 (1987), vol. IV, 1032-1109 (1990), vol. VIII, 1230-1269 (1993) y vol. IX, 1269-1300 (1994); El Manuscrito del Poema de Fernán González (Escorial-b-IV-21). Estudio codicológico y paleográfico, y transcripción (1989); Catálogo concordado de la Biblioteca de Hernando Colón, dos vols. (1993 y 1995); Actas de las Juntas Generales de Álava (1502-1699), 25 vols. (1994-2003); El testamento de Hernando Colón (1995); Colección documental del Monasterio de San Román de Entrepeñas (2000), Documentos selectos para los orígenes del romance en el Reino de León (2003), y Colección documental del monasterio de San Pedro de Eslonza (2007).

     José Manuel Ruiz Asencio ha sido director y profesor de los Cursos de Paleografía Medieval y Moderna (1986-2009) y Archivística (1988-2009) organizados por la Fundación Sánchez Albornoz de Ávila dentro de sus Cursos para formación de historiadores. También ha formado parte de la Comisión de Garantías (1988-1991) de la Universidad de Valladolid y ha presidido, entre 1991 y 1995, la Comisión de Docencia y Calidad de la Enseñanza. Además de pertenecer a la Comisión Evaluadora de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Castilla y León entre 2006 y 2010, ha ejercido como evaluador de Proyectos I+D para la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva (ANEP) entre 2003 y 2010. Director académico de la Biblioteca de Santa Cruz desde 1985, ha sido miembro de la Comisión de Publicaciones de la Universidad de Valladolid (1985-1999) y presidente (1986-1990) de la Asociación Española de Profesores de Paleografía y Diplomática -hoy Sociedad Española de Ciencias y Técnicas Historiográficas-. Nombrado en 1982 miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia, desde 1993 pertenece al Comité Internacional de Paleografía Latina.

  • Premio Castilla y León de Deporte 2016 Lydia Valentín Pérez [1985] Más información

    Premio Castilla y León de Deporte 2016

    Lydia Valentín Pérez [1985]

    Biografía

    Nacida en la localidad leonesa de Camponaraya, muy cerca de Ponferrada, el 10 de febrero de 1985, Lydia Valentín Pérez es la mejor deportista de la historia de España en la disciplina de halterofilia. Su trayectoria encarna los valores del esfuerzo, la perseverancia, la superación y el sacrificio. Comenzó la práctica deportiva en el Centro de Tecnificación de Camponaraya con tan solo 11 años. Aunque en ese momento presentaba sobradas dotes de calidad para todo tipo de deportes, pero especialmente para baloncesto y pruebas de velocidad, su “descubridor” y primer entrenador, Isaac Álvarez, le aconsejó decantarse por la halterofilia, habida cuenta de su fuerza explosiva y su elasticidad articular. Cuatro años después, la selección española de halterofilia le llamaba para formar parte del equipo nacional. Fue entonces, con 15 años, cuando se trasladó al Club de Alto Rendimiento de Madrid para ingresar en la Residencia Joaquín Blume y dedicarse por completo a la halterofilia. Muy pronto destacó en Europeos y Mundiales junior. De hecho, con 16 años ganó el primer Campeonato Europeo de su categoría y a los 20 logró su primera medalla internacional en los Juegos del Mediterráneo de Almería.

    Reina incontestable de la halterofilia nacional durante más de diez años, su palmarés internacional comprende brillantes actuaciones, tanto en los Campeonatos Europeos como en los Mundiales y en los Juegos Olímpicos: quinta en el Mundial de halterofilia de Chiang Mai (Tailandia) celebrado en 2007, terminó sexta en el de 2009, en Goyang (Corea del Sur), otra vez quinta en 2011 (París), medalla de bronce en 2013, en Wroclaw (Polonia), oro en Anaheim (Estados Unidos) en 2017 y en Ashgabat (Turkmenistán) en 2018, y plata en Pattaya (Tailandia) en 2019. En los Campeonatos Europeos ha sido bronce en 2007 (Estrasburgo), plata al año siguiente (Ligniano Sabbiadoro), bronce en 2009 (Bucarest) y 2011 (Kazán), plata en 2013 (Tirana) y 2019 (Batumi), y oro en 2014 (Tel Aviv), 2015 (Tiflis), 2017 (Split, Croacia) y 2018 (Bucarest).

    Hasta el momento ha participado en tres Juegos Olímpicos: Pekín, Londres y Río de Janeiro. Aunque en los de Pekín 2008 quedó quinta en la categoría de 75 kgs con un total de 250 kgs, al detectarse el dopaje de tres de las cuatro halteras que la precedieron, Lei Cao, Nadezhda Evstyukhina e Iryna Kulesha, terminó ascendiendo al segundo puesto. Algo parecido ocurrió en Londres 2012: cuarta clasificada en la misma categoría con 265 kg, terminaría siendo proclamada campeona olímpica después de detectarse el positivo en dopaje de las tres competidoras que quedaron por delante de ella: Svetlana Podobedova, Natalia Zabolotnaya e Iryna Kulesha. En los Juegos de Río 2016 logró la medalla de bronce tras levantar 116 kgs en arrancada y 141 en dos tiempos, para un total de 257 kgs. Al año siguiente consiguió las tres medallas de oro en el Campeonato del Mundo celebrado en el Centro de Convenciones de Anaheim (California), con un total de 258 kgs. La berciana ha anunciado su voluntad de retirarse tras los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

    Posee además los récords de España tanto en arrancada, con 124 kilos, como en dos tiempos, con 150, así como en categorías de hasta 75 kilos y más de 75 kilos. Entrena seis horas diarias a las órdenes de Matías Fernández en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) del Consejo Superior de Deportes en Madrid y hasta el momento su mejor marca es de 274 kilos (124 en arrancada y 150 en dos tiempos). En 2020 ganó la XVIII Copa de España de halterofilia disputada en su localidad natal, Camponaraya, prueba previa a las Olimpiadas de Moscú.

    Distinciones

    Lydia Valentín ha sido galardonada, hasta el momento, con las Medallas de Plata (2014) y Oro (2016) de la Real Orden del Mérito Deportivo y con el Premio Pódium de Castilla y León en 2013, 2014, 2015, 2016 y 2017. En enero de 2017 recibió la Medalla de Oro de su localidad natal, Camponaraya, que además le ha dedicado una rotonda y, junto a la Federación Española de Halterofilia, la propuso para el Premio Princesa de Asturias. También en 2017 recibió el Premio Nacional del Deporte, distinción que compartió con la piragüista donostiarra Maialen Chourraut, y fue nombrada 'Leonesa del Año', premio instaurado por Radio León.

  • Premio Castilla y León de los Valores Humanos y Sociales 2016 Aspaym Más información

    Premio Castilla y León de los Valores Humanos y Sociales 2016

    Aspaym

    Trayectoria

    La Asociación Nacional de Parapléjicos y Grandes Minusválidos (Aspaym), creada en 1979 bajo el auspicio del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, se constituyó como Federación Aspaym de Lesionados Medulares en enero de 1992, con objeto de adaptarse al mapa autonómico y dar así mejor respuesta a las necesidades de su colectivo. Meses más tarde, concretamente el 3 de octubre de ese mismo año de 1992, nacía Aspaym Castilla y León, entidad con carácter voluntario y sin ánimo de lucro que en ese momento trataba de dar respuesta a las inquietudes de pacientes del Hospital Nacional de Parapléjicos que, siendo originarios de esta Comunidad Autónoma, no contaban con un servicio que pudiera atender y trabajar por sus necesidades. Con el paso del tiempo, Aspaym CyL fue creciendo y ampliando sus fines, el número de socios y usuarios y, sobre todo, los programas dirigidos a los mismos. De esta manera, de los 300 socios que tenía en 1994 ha pasado a tener más de 2000 en la actualidad.

    Su misión específica, detallada en el artículo 6 de sus estatutos, consiste en «promover la autonomía, la igualdad de oportunidades y derechos y el aumento de la calidad de vida de las personas con discapacidad física, que les permita una plena integración social y laboral». En consecuencia, Aspaym impulsa un completo programa de iniciativas dirigido a facilitar el bienestar y la inserción social y laboral de las personas con discapacidad, incluida la investigación y la utilización de las Nuevas Tecnologías. Además, a través de su actuación busca difundir valores como la solidaridad, la justicia, la transparencia, la participación, la representatividad y la democracia, y el sentido de pertenencia.

    Para imprimir mayor eficacia a su labor en una Comunidad tan extensa como Castilla y León, Aspaym hubo de afrontar tempranamente una ampliación considerable de su estructura: en 1995 abrió local en León, segunda provincia con mayor número de personas con discapacidad y volumen de socios, dos años después puso en marcha la delegación de Ávila, en 2004 inauguró el Punto de Información de la localidad berciana de Camponaraya y en 2005 el de Valladolid, ciudad donde ya funcionaba el centro orientación, formación e inserción laboral, y que en 2007 incorporó una Residencia-Centro de Día a la que se trasladó el centro de rehabilitación de esa provincia y posteriormente el Centro de Investigación CIDIF, referente nacional. Finalmente, en 2013 abrió el Centro de Día de León, en 2015 el de Burgos y al año siguiente el de Palencia. En la actualidad, las seis delegaciones de Aspaym en Castilla y León -Valladolid, León, Camponaraya, Ávila, Burgos y Palencia- son atendidas por cerca de 200 trabajadores. Por otro lado, desde abril de 2004 cuenta con su propia Fundación, entre cuyas finalidades se encuentra la de proteger el patrimonio de Aspaym Castilla y León bajo la tutela del Protectorado de Fundaciones de la Junta de Castilla y León. Desde 2008 es miembro de la Federación Nacional ASPAYM.

    Además de funcionar como centro de orientación y punto de información para las personas con discapacidad, atendiendo tanto a socios como a personas afectadas por alguna minusvalía y colectivos profesionales, Aspaym Castilla y León desarrolla numerosos programas para facilitar la plena integración social y laboral de los discapacitados de la Comunidad. Así, el servicio de Fisioterapia, en funcionamiento desde 1996 para atender las necesidades de los socios, incorporó en 2014 el servicio de Entrenamiento Personal y, al año siguiente, la Unidad de Prevención en Discapacidad y Dependencia, sin olvidar el programa Fisiomer, que extiende el servicio de fisioterapia a los núcleos de Paredes de Nava (Palencia) y Sahagún (León).

    Para las personas afectadas por un daño cerebral producido por un ictus, traumatismos, tumores y patologías afines, Aspaym ofrece el servicio Ictia, mientras que la Residencia y Centro de Día, ubicada en Valladolid, proporciona mayor autonomía a las personas con grandes discapacidades físicas, misión que también fomentan los Centros de Día de León, Palencia y Burgos. La inserción laboral de las personas con discapacidad se canaliza a través del Programa de Itinerarios Personalizados de Inserción Socio-laboral, que desde 2015 incorpora una actuación especial dirigida a los jóvenes con discapacidad. De los cerca de 600 usuarios que tenía este programa en 2016, un 30 % consiguió insertarse en el ámbito laboral, mientras que cerca de 240 formalizaron diversos tipos de contratos, 92 de ellos de más de seis meses.

    De igual manera, el Programa Incorpora de la Fundación ‘La Caixa’, basado en la intermediación laboral y formado por 22 entidades sociales coordinadas entre sí, facilita la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión social. Aspaym Castilla y León posee asimismo su propio centro especial de empleo, CETEO S.L., donde más del 95% de trabajadores contratados -65 en la actualidad- son personas con discapacidad. Además de comercializar la cerveza artesana y solidaria ‘Mondas y Lirondas’, CETEO ofrece el albergue ‘El Bosque de los Sueños’ (Cubillos del Sil, León), servicios auxiliares a la Administración Pública, servicios asistenciales, materiales de oficina y otros suministros a diversas empresas e instituciones.

    A fomentar la autonomía personal de las personas con discapacidad se dedican el Programa de Ayuda a Domicilio, que desde 1994 desarrolla a través de la Federación Nacional de Aspaym, y el de Atención Personal y Vida Plena, que facilita todos aquellos recursos que mejoren la calidad de vida de los usuarios. A su vez, el Programa Individualizado de Recuperación e Integración Social de Personas con Discapacidad Sobrevenida (PIRI) está subvencionado por la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León, y a través del Programa CASA se ofrece un servicio de asesoramiento sobre accesibilidad y productos de apoyo a particulares, entidades públicas, asociaciones, etc. Otras actuaciones de Aspaym Castilla y León tratan de fomentar el desarrollo asociativo mediante programas específicos de voluntariado, campamentos y campañas de sensibilización. Lo cierto es que la eficacia del modelo iniciado en 1992 en Castilla y León explica que la Asociación lo haya ‘exportado’ a otras comunidades autónomas españolas.

    Reconocimientos

    En estos 25 años de andadura, la actuación de Aspaym ha sido reconocida con numerosos galardones y premios en la región. Entre los más recientes, el Reconocimiento T-Cue desafío empresa por el proyecto “Eye Tracker”; los Premios E-Volución en la categoría mejor dispositivo para móviles con la APP Ciudades Patrimonio Accesibles; el Premio ASPID otorgado al CIDIF en la categoría de Investigación; el Premio Pablo Iglesias de la UGT de Castilla y León; el Premio La Razón en la gala de su 15 aniversario; los Premios INJUVE; los Premios Cáser Dependencia y Sociedad; el Premio Empresario del año 2016 de la Facultad de Comercio de Valladolid; y el Premio Reina Doña Sofía en 2014 a la Prevención de la Discapacidad, considerado el premio de mayor categoría de ámbito nacional en el sector.

    Como señalan sus promotores, Aspaym Castilla y León es un proyecto de Comunidad y quiere ser un reflejo de la sociedad abriendo sus servicios a todas las personas, donde la diversidad constituya no un problema sino una oportunidad.