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Conoce Castilla y León
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Pedro Amat Muñoz [1929-2011]
Fundador de una prestigiosa escuela de anatomía en la Universidad de Salamanca, Pedro Amat Muñoz nació en Elche el 2 de abril de 1929, pero su fructífera trayectoria intelectual se encuentra íntimamente ligada a la ciudad del Tormes. En su Elche natal cursó la enseñanza primaria y los estudios de bachillerato en el Colegio de la «Asunción de Nuestra Señora» (1940-1947).
Tras un año «en blanco» después de terminar sus estudios de bachillerato por falta de dinero, la Caja de Ahorros del Sureste de España (la futura Caja de Ahorros del Mediterráneo, CAM) le concedió un «préstamo sobre el honor a estudiantes» que, junto a la ayuda económica de su familia, le permitió trasladarse a Granada y estudiar Medicina en su Universidad. Aquí se licencio y doctoró en 1955, y recibió las enseñanzas de José Escolar, con quien inició su andadura como investigador. Impartió docencia en la Universidad de Zaragoza, donde pasó por varios puestos como profesor, y llegó a Salamanca en 1963, donde se incorporó a la Cátedra de Anatomía: hasta 1999 destacó por sus investigaciones en Neuroendocrinología.
Además de impulsar la puesta en marcha del Hospital Clínico Universitario, Amat ha sido director de Colegio Mayor Universitario «San Bartolomé» (1964-1968), secretario de la Facultad de Medicina (1968-1971), dos veces decano de la misma, director de Departamento de Anatomía y, entre 1980 y 1986, rector de la Universidad de Salamanca.
Su labor investigadora ha estado orientada fundamentalmente al estudio de la neuroendocrinología experimental; algunos de sus trabajos sobre histoquímica y ultraestructura de determinados sustratos neuroendocrinos han sido pioneros en España.
Sus contribuciones a la ciencia han sido citadas, además de en numerosos artículos de revistas, en prestigiosos tratados, libros y monografías, como el Handbuch der mikroskopichen Anatomie des Menschen de Von Möllendorf, concretamente en su séptima parte «Der Hypothalamus», de R. Diepen (1962); Terapéutica con sus Fundamentos de Farmacología Experimental, de B. Lorenzo Vázquez 81970); Introduction à l'étude des glandes endocrines, de C. Girod (1980); y Aspects of Leydig Cell development in the rat testis, de K.Teerds y otros (1989).
Ha dirigido 46 tesis doctorales, publicado 9 monografías y 280 publicaciones entre artículos científicos (152) y resúmenes (abstracts) de comunicaciones (131) en congresos, aparecidos en revistas nacionales e internacionales. Asimismo, ha participado con comunicaciones y ponencias científicas o bien como conferenciante invitado, en cerca de 80 congresos y simposios. Especialmente relevante ha sido, a este respecto, su participación como autor colaborador en las tres primeras ediciones del Ttratado de Anatomía del profesor Escolar, de cuya cuarta edición (Escolar. Anatomía Humana. Funcional y Aplicativa, 1990-1991), ampliada, revisada y actualizada, Amat ha sido el autor principal y coordinador de la obra. Este tratado es libro de texto en varias Facultades de Medicina de España.
Académico de número de la Real Academia de Medicina de Salamanca (1978), Amat ha sido Salmantino del año 1983, Premio de Ciencias «Santiago Ramón y Cajal» (1956) y «Leonardo Torres Quevedo» (1959), ambos del CSIC; Primer Premio de "Medicina Asturiana" (1968), Encomienda con placa de la Orden de Alfonso X el Sabio del Ministerio de Educación (1980), Medalla de Oro de la Universidad de Salamanca (1987), Medalla de Oro de la ciudad de Salamanca (1996), Colegiado de Honor del Colegio Oficial de Médicos de esta ciudad (2000), Doctor Honoris Causa por las Universidades «Federico Villarreal» y «San Martín de Porres» de Perú (1984) y por la Universidad Miguel Hernández de Elche (2004). Falleció en Salamanca en junio de 2011.
Las Edades del Hombre
Imagen de Castilla y León en el mundo y objeto de admiración entre los entendidos del arte, Las Edades del Hombre, la gran exposición artística de esta Comunidad, nació gracias a la iniciativa del sacerdote vallisoletano José Velicia, vicario de pastoral de la Diócesis de Valladolid en los años 80, quien a su vez se inspiró en la exposición "Thesaurus", organizada en Barcelona por el también sacerdote José María Martí i Bonet, para materializar lo que consideraba un deber irrenunciable del Concilio Vaticano II: abrir las puertas y ventanas de la Iglesia y convertir las catedrales en lugar de encuentro entre el hombre y las obras de arte religioso; una manera de responder a las grandes preguntas de la Humanidad.
Junto al escritor y periodista José Jiménez Lozano perfiló el proyecto, que pudo empezar a caminar gracias al mecenazgo de Sebastián Battaner, entonces presidente de la Caja de Ahorros de Salamanca, que aportó 200 millones de pesetas. A Velicia y Jiménez Lozano les acompañaban el arquitecto Pablo Puente y Eloísa García de Watemberg, directora del Museo Nacional de Escultura. Luego se uniría, en las labores de patrocinio, la Junta de Castilla y León, a la que durante muchos años también se sumaría la entidad financiera Caja España.
En un principio, este proyecto nacía como un programa que se desarrollaría por cuatro ciudades: Valladolid, Burgos, León y Salamanca. La inauguración de la muestra en la catedral de Valladolid, titulada "El arte en la Iglesia de Castilla y León", se saldaría con un éxito de visitantes que rebasaba las expectativas de los organizadores: 1.050.000 personas contemplaron las 209 obras expuestas entre el 24 de octubre de 1988 y el 4 de abril de 1989.
Las siguientes exposiciones también reflejaron la excelente acogida del público: Burgos (4 de mayo-28 de octubre de 1990) y sus "Libros y documentos en la Iglesia de Castilla y León" se cerró con 500.000 visitas. Casi un millón acudieron a la Catedral leonesa, entre el 20 de octubre de 1991 y el 5 de julio de 1992, a contemplar "La música en la Iglesia de Castilla y León". Salamanca (3 de diciembre de 1993 a 30 de octubre de 1994), con 1.303.000 visitantes contemplando "El contrapunto y su morada", supuso el hito de la exposición. "Flandes y Castilla y León" llevó a Amberes, del 19 de septiembre al 10 de diciembre de 1995, una muestra iconográfica, documental y musical del arte religioso castellano y leonés de 182 piezas que contemplaron 100.000 personas.
El logro de la ciudad del Tormes constituyó un punto de inflexión determinante: estaba programado finalizar el proyecto con el Congreso sobre Arte y fe, celebrado al mismo tiempo que la exposición, pero el éxito llevó a Velicia y a los obispos promotores a crear, en 1995, la Fundación Las Edades del Hombre, radicada en el monasterio de Santa María de Valbuena, y a iniciar las denominadas exposiciones-relato en las distintas catedrales de la región, siempre con un hilo conductor de cada una de ellas cuya trama es una labor de catequesis.
Continuaron así por El Burgo de Osma (1997), donde "La ciudad de los seis pisos" fue visitada por 458.000 personas. Palencia (1999) con "Memorias y esplendores" y 612.000 visitas; las "Encrucijadas" astorganas del 2000, que congregaron a 460.000 aficionados al arte; y la exposición "Remembranza" de 2001, que llevó a 520.000 personas a visitar la catedral de Zamora. 2002 marcó otro gran hito en la ya de por sí consolidada calidad de Las Edades: 100 piezas de arte religioso castellano y leonés pudieron ser contempladas por más de 200.000 personas en la iglesia de San Juan el Divino de Nueva York, en una exposición titulada "Time to hope".Segovia (2003) y "El árbol de la vida", visitada por 858.000 personas. La exposición abulense "Testigos" (2004), con 800.000; y "Kyrios", en Ciudad Rodrigo, con 550.000 (2006), cierran el segundo ciclo y dan pie a un tercero, que traslada las exposiciones a otras poblaciones carentes de catedrales pero que también cuentan con templos capaces de albergar las exposiciones, manteniendo la calidad tanto de las piezas elegidas como del montaje, y siguiendo con la estructura de exposiciones con relato.
A partir de entonces se celebran la ponferradina "Yo Camino", en 2007, con 407.000 visitantes; "Paisaje interior", en la concatedral soriana de San Pedro, en 2009-2010, con más de 400.000 asistentes; "Passio", en 2011 en las iglesias de Santiago el Real (Medina del Campo) y Santiago de los Caballeros (Medina de Rioseco), ambas en la provincia de Valladolid, que visitaron cerca de 450.000 personas; "Monacatus" al año siguiente en el Monasterio de San Salvador, en la localidad burgalesa de Oña, con 175.000 vistas; "Credo", en 2013, en Arévalo, provincia de Ávila, que recibió más de 220.000 visitas y contó por primera vez con tres sedes: la Iglesia de Santa María, la Iglesia de San Martín y la Iglesia del Salvador; "Eucharistia", en 2014, con 130 piezas expuestas en las iglesias de Santa María la Real y San Juan, ambas en Aranda de Duero, provincia de Burgos, con más de 300.000 visitantes. Ese mismo año, en conmemoración de su 25 aniversario, las Edades del Hombre recibió la Medalla de Oro de las Cortes de Castilla y León, y el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España la reconoció con su Premio Patrimonio 2014.
El certamen de 2015 vino presidido por el V Aniversario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús, de ahí su celebración en Ávila capital (Convento de Nuestra Señora de Gracia, Capilla de Mosén Rubí e iglesia de San Juan Bautista) y en Alba de Tormes (Basílica de Santa Teresa) bajo el lema ‘Teresa de Jesús, maestra de oración’. Más de 402.000 visitas registraron ambas sedes. En 2016, las Edades del Hombre se celebraron en la localidad zamorana de Toro, con obra en dos sedes: la Colegiata de Santa María la Mayor y la iglesia del Santo Sepulcro; la exposición toresana, que llevaba por lema "Aqva", fue visitada por 243.110 personas. Al año siguiente (2017), la vigésimo segunda muestra de las Edades del Hombre tuvo como escenario la localidad segoviana de Cuéllar, concretamente las iglesias de San Andrés, San Martín y San Esteban, bajo el lema 'Reconciliare', y contabilizó 172.449 visitantes.
La montaña palentina fue el escenario de la XXIII edición, en 2018, que tuvo como sedes la ermita de Santa Cecilia y la Colegiata de San Miguel, en Aguilar de Campoo. Titulada 'Mons Dei', acogió además una suerte de epílogo, titulado 'Ecclesia Dei', con 7 rutas en las que contemplar 17 templos, exponentes del románico de la zona. El número total de visitas fue de 265.283, de las que 185.735 fueron a las sedes y el resto -79.548- a las rutas románicas. La XXIV edición de Las Edades del Hombre se desarrolló entre abril y noviembre de 2019 en la localidad burgalesa de Lerma, concretamente en tres sedes: la ermita de la Piedad, la iglesia de San Pablo y el monasterio de la Ascensión, bajo el lema 'Angeli'.
José María Valverde Pacheco [1926-1996]
Biólogo
Filósofo, traductor, ensayista y poeta, José María Valverde nació el 26 de enero de 1926 en la localidad cacereña de Valencia de Alcántara. Hijo de Carmen Pacheco y del notario, aduanero y poeta José María Valverde, autor de un Calendario sentimental publicado en 1928, enseguida partieron hacia Madrid, donde pasó su infancia y asistió a los horrores de la Guerra Civil en la capital.
En 1938, la familia se traslada a Valencia, ciudad donde los republicanos encarcelan al padre por haber militado en la CEDA. Allí quedará confinado hasta el final de la guerra. A causa de ello, su mujer y sus hijos abandonan la ciudad, atraviesan la frontera francesa y llegan, a través de Irún, a la zona nacional. José María va a parar a casa de unos familiares lejanos, en Segovia. En la ciudad castellana permanece hasta 1939.
Nada más terminar la guerra, la familia vuelve a Madrid y Valverde finaliza sus estudios de bachillerato en el instituto «Ramiro de Maeztu», donde recibe la decisiva influencia del profesor Manuel Mindán. Precisamente el «Ramiro de Maeztu» le publicó su primer libro, Hombre de Dios (Salmos, elegías y oraciones) (1945), una recopilación de poemas adolescentes, algunos aparecidos ya en las revistas "Garcilaso" y "Espadaña", prologado por Dámaso Alonso y dedicado a Camilo José Cela. La resonancia de la obra le procura un nombre en el panorama literario de postguerra.
Entre 1945 y 1950 cursa estudios de Filosofía en la Universidad de Madrid, donde se afilia al Sindicato Español Universitario (SEU) y frecuenta el Café Gijón, privilegiado foro de cultura y debate en el que conoce a los poetas de su generación cronológica, especialmente a Carlos Bousoño y Eugenio de Nora. Buen amigo de Camilo José Cela, Valverde gana en 1949 el Premio Nacional de Poesía por La espera, asiste a las tertulias de Juana Mordó, de Eugenio d’Ors y, sobre todo, a las de Luis Felipe Vivanco y su mujer, María Luisa Gefaell. En casa de los Vivanco conoció a los poetas nicaragüenses que tanto habrían de influirle: Carlos Martínez Ribas, Ernesto Cardenal y Pablo Antonio Cuadra. En aquel grupo destacaban Luis Felipe Vivanco, Luis Rosales, Leopoldo Panero, José Luis López Aranguren, Pedro Laín Entralgo y el propio Valverde.
En 1950, dos años antes de doctorarse con una tesis sobre la filosofía del lenguaje en Wilhelm von Humbolt, obtuvo un puesto de lector de español en la Universidad de Roma, ciudad donde también impartió clases de Lengua y Literatura en el Instituto Español. En 1960 obtiene el Premio Nacional «Fray Luis de León» de traducción poética.
Catedrático de Estética en la Universidad de Barcelona desde 1963, dos años después, su compromiso político –y también estético– le llevó a renunciar a la Cátedra en solidaridad con los profesores Tierno Galván, López Aranguren y García Calvo, expulsados de la Universidad madrileña por las autoridades académicas franquistas. La parquedad de ingresos le obliga a exiliarse: en 1967 fue contratado como Full Professor por el Department of Romance Lenguajes de la Universidad de Virginia, en Charlotesville. Luego pasó al Department of Hispanic Studies por la Universidad de Trent, en Peterborough (Canadá), en calidad de Chairman. Su último puesto universitario en el extranjero lo ocupó en la también canadiense MacMaster University, en 1976. Dos años después recibía, por segunda vez, el Premio Nacional de Traducción «Fray Luis de León». Además, tras la desaparición de la dictadura, en el año 1977, fue reintegrado a la Cátedra a la que había renunciado por motivos políticos.
De su labor poética dejó, aparte de las obras citadas, Versos del domingo (1954); Voces y acompañamientos para San Mateo (1959); La conquista de este mundo (1960); Años inciertos (1970) y Ser de palabra, y otros poemas (1976). A este respecto, Enseñanzas de la edad. Poesía 1945-1970 (1971) y Poesías reunidas 1945-1990 son las mejores compilaciones de sus textos.
No menos importantes fueron sus ensayos, algunos de ellos dedicados a escritores y filósofos que admiraba, como Machado, Azorín o Nietzsche, sin olvidar los determinantes Vida y muerte de las ideas: pequeña historia del pensamiento occidental (1980); los diez volúmenes de Historia de la literatura universal (1986), en colaboración con Martín de Riquer; y Breve historia y antología de la estética (1987). Fallecido en Barcelona en junio de 1996, también cabe destacar sus colaboraciones en periódicos y revistas.
Santiago de los Mozos Mocha [1922-2001]
Es considerado uno de los mejores lingüistas del país. Santiago de los Mozos Mocha, nacido en Valladolid el 16 de diciembre de 1922, estudió el Bachillerato y dos cursos comunes de Filosofía y Letras en su ciudad natal, e impartió sus primeras clases en 1943 en el desaparecido colegio El Salvador, donde había estudiado los cuatro últimos cursos de Bachillerato. Influido por Ortega y Gasset, era un ávido lector de todo tipo de ensayos.
En 1954 emigró a Venezuela con la esperanza de sacar adelante a su familia y regresar cuanto antes a España. Durante diez años fue profesor de los Liceos «Hermágoras Chávez» y «Alejandro Fuenmayor» de la ciudad de Cabimas. Formó parte del equipo de profesores que inauguró la Escuela Normal «Rómulo Gallegos» de esa localidad. Su estancia americana resultó determinante para su devenir personal y profesional, allí conoció la obra de Andrés Bello y Rufino Cuervo, a los filólogos Ángel Rosenblat y Ramón Trujillo.
Regresó a España en 1964 para doctorarse e iniciar una brillante carrera docente.
Licenciado con el premio de investigación «Doctor por Salamanca», su tesis doctoral, El gerundio preposicional, fue publicada en 1973 en "Acta Salmanticensia". Inició la docencia en la Universidad de Salamanca en el curso 1966-1967 como profesor adjunto de Gramática General y Crítica Literaria, perteneciente a la cátedra de Fernando Lázaro Carreter. Asimismo, se encargó de los cursos de Universidades extranjeras y de los cursos superiores de Filología Hispánica y de Lengua Española para extranjeros hasta 1974. En Salamanca se convirtió en una referencia cultural de primer orden, asiduo a las tertulias, gran orador y conferenciante, y visitante de lujo de la famosa librería Cervantes.
En 1974 llegó a la Universidad de Valladolid, donde fue profesor agregado de Gramática General y Crítica Literaria de la Facultad de Filosofía y Letras. En 1976 ya era catedrático de esta disciplina en Granada, y dos años más tarde regresaba a su ciudad natal por un concurso de traslado y Orden ministerial.
Profesor emérito desde 1987 hasta su muerte, De los Mozos siempre se mantuvo fiel a esa máxima suya de que «el profesor no enseña sólo con lo que sabe, sino con lo que es; y si no tiene autoridad moral entre los alumnos o no tiene capacidad de contagiar entusiasmo, no hay enseñanza posible». Fue, de hecho, un maestro admirado que contagiaba su entusiasmo a los alumnos, pues tenía un depuradísimo sentido de la comunicación y del diálogo.
Esa fama como gran docente y brillante conferenciante le llevó a las más importantes Universidades españolas y extranjeras, a numerosos Institutos de enseñanza media, a la Biblioteca Española de París y al Instituto Cervantes de Viena para impartir conferencias, cursos y seminarios. Ha publicado libros como La norma castellana del español (1984), de enorme relevancia entre los especialistas, y los capítulos «El castellano o español, lengua de América» y «Claves de la literatura castellana» del libro colectivo Historia de una cultura (1995), entre muchas otras publicaciones. Recibió el Premio El Norte de Castilla 1999. Falleció en Valladolid el 6 de enero de 2001.
Félix Pérez y Pérez [1924-2017]
Estudioso de la reproducción animal, investigador y veterinario de prestigio, Félix Pérez y Pérez nació en Burgos, el 20 de enero de 1924. Tras estudiar las primeras letras en Cardeñadijo (Burgos) y el Bachillerato en los Maristas burgaleses, se licenció en Veterinaria en Madrid en 1947, carrera que cursó en los Colegios universitarios «Santa María» y «César Carlos», y que terminó con Premio Extraordinario. De igual manera logró, en 1949, el grado de doctor por la Universidad Complutense de Madrid. Al año siguiente conseguía la plaza de Jefe Nacional de Graduados de Veterinaria.
Inspector Municipal Veterinario por oposición, especialista y diplomado en Inseminación Artificial Ganadera, obtuvo una beca del Gobierno Español en el Instituto Lázaro Spallanzani de Milán, donde amplió conocimientos junto al profesor Bonadonna, director del centro y máximo referente de los avances biotecnológicos en reproducción animal en el mundo. Los resultados obtenidos en tres años posibilitaron que le prorrogasen la beca con objeto de ampliar estudios en el Centro de Investigaciones de la Facultad de Veterinaria Alfort (Francia), en Moscú y en San Petersburgo, donde trabajó con los profesores Ivanov y Milanov, destacados especialistas en Inseminación Artificial. Otro tanto hizo como becario en Estados Unidos, antes de lograr la jefatura de la Sección de Fisiopatología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Profesor, en 1952, de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León, ha sido, sucesivamente, catedrático de Cirugía y Reproducción de las Facultades de Veterinaria de León (1954-60), Zaragoza (1960-67) y Madrid (desde 1967 hasta su jubilación). Director del Centro de Reproducción de la estación pecuaria leonesa, obtuvo también la jefatura de Sección (Fisiología de la Reproducción) en el Patronato de Biología Animal (1952-1954) y de los Departamentos de Cirugía y Reproducción en las Facultades de Veterinaria de León (1954-1961), Zaragoza (1961-1967) y Madrid (desde 1977 hasta la modificación de esta estructura, dependiente del Instituto Alfonso X El Sabio).
Asimismo, entre 1961 y 1967, época durante la cual fue decano de la Facultad zaragozana, Félix Pérez y Pérez consiguió un importante prestigio internacional con la obra Fisiopatología de la reproducción animal. Ha sido además vicerrector de la Universidad Complutense de Madrid (1970-1975). Falleció en Madrid, donde residía, el 14 de diciembre de 2017
Pionero en la aplicación y desarrollo de la Inseminación Artificial ganadera en España y del Trasplante de Embriones en ganado vacuno, dirigió 50 tesis doctorales y publicó más de un centenar de trabajos en revistas nacionales y extranjeras, así como ocho libros fundamentales sobre Reproducción Animal, Cirugía, Podología, Glándula Mamaria, Inseminación Artificial y Trasplante de Embriones.
Doctor Honoris Causa por las Universidades J.F. Kennedy y Universidad Agraria de La Habana, era miembro numerario de la Real Academia Nacional de Medicina, Real Academia Nacional de Doctores, Reales Academias de Veterinaria de Madrid, Valencia, Barcelona, y Andalucía, entre otras localidades españolas, y Reales Academias Nacionales de Medicina de Bélgica y de Méjico. Pertenecía al Consejo Asesor de Medio Ambiente de Valladolid y era miembro del Consejo Superior de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
Durante 10 años colaboró con el Ministerio de Asuntos Exteriores (programas de ayuda científica y técnica) en casi la totalidad de los países hispanoamericanos. Entre los premios conseguidos destacan el Nacional de Investigación Agraria por su trabajo «Transplante de embriones en ganado vacuno» (1987), el Premio Internacional Chinchilla Iberia Fann sobre la reproducción de la referida especie animal (1975), el Premio del Banco de Santander por su trabajo sobre el impacto del ingreso de España en la CEE sobre la ganadería española, el Premio «Ingeniero Comerma» (1994), y el Premio «Cayetano López» del Colegio Oficial de Veterinarios de Burgos (1990).
Desde 1966 era presidente de la Casa Regional Mesa de Burgos en Madrid. Era asimismo Hijo Predilecto y Medalla de Oro de Burgos, Medalla de Oro de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad de Zaragoza, Medalla de Oro de Sanidad, Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, de la Orden de Cisneros, al Mérito Civil de Sanidad y al Mérito Constitucional. La localidad burgalesa de Cardeñadijo dio su nombre a su Plaza Mayor, nombrándole además Hijo Predilecto.