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Fernando Sánchez Dragó [1936-2023]
Aunque nació en Madrid el 2 de octubre de 1936, el escritor Fernando Sánchez Dragó estaba profundamente ligado a la provincia de Soria, pues en ella había pasado gran parte de su vida, afincada desde 1999 en una aldea de las Tierras Altas: Castilfrío de la Sierra, donde falleció el 10 de abril de 2023. Es más, durante su niñez, a partir de los ocho años, su adolescencia y parte de su juventud, hasta que en 1962 se trasladó a Italia, pasó los meses de verano en la casa de la librería Las Heras, en la calle El Collado, y devoró todos los libros depositados en ella. Una voracidad lectora que le llevó también, en numerosas ocasiones, a la biblioteca infantil del parque de la Dehesa, al lado de la rosaleda. Además, a principios de los 70, nada más regresar a España después de seis años de exilio, se estableció durante un tiempo en el piso de la calle de El Collado y participó activamente en la tertulia de intelectuales de la librería G/AR, propiedad de Antonio Ruiz Ruiz y sede del grupo de intelectuales y artistas SAAS (Sociedad de Artistas Actuales Sorianos). Esta intensa vinculación a las tierras sorianas le procuró, en 1992, el título de Hijo Adoptivo de Soria.
De niño estudió en el colegio madrileño de Nuestra Señora del Pilar, regentado por religiosos marianistas, y con tan solo ocho años fundó, dirigió y redactó un periódico autógrafo: La nueva España. Sánchez Dragó hizo de todo en la vida, pasó por guerras, cárceles y exilios, trabajó como profesor, traductor y periodista y siempre cultivó la literatura. Entre 1954 y 1962 estudió Filosofía y Letras en la Universidad Complutense (secciones de Filología Románica y Lenguas Modernas -sección de Italiano-, más los cursos de Doctorado), tuvo tiempo de fundar la revista literaria Aldebarán (1955), que apenas sobrevivió cuatro números a la censura, e intervino asidua y vehementemente en las algaradas antifranquistas de finales de los cincuenta y comienzos de los sesenta (en julio de 1955 ingresó en el clandestino Partido Comunista de España), destacando su participación en los famosos disturbios estudiantiles de febrero de 1956, donde fue detenido junto a Miguel Sánchez-Mazas, Dionisio Ridruejo, Javier Pradera, Enrique Múgica, Gabriel Elorriaga, Ramón Tamames y José María Ruiz-Gallardón, entre otros.
Aquel activismo universitario le valió cinco procesos, diecisiete meses de cárcel, seis de prisión domiciliaria, y seis años de exilio (1964-1970) desde que en 1964 el Tribunal de Orden Público le condenara a dos años de prisión menor y cuatro meses de arresto mayor, más una multa de 20.000 pesetas, por haber participado en la Alianza Democrática Popular Española (ADPE) y en la Federación Universitaria Democrática Española (FUDE). Ya entonces había sido expulsado del PCE (otoño de 1963), acusado de trotskista y anarquista. No regresó a España hasta julio de 1970, si bien tampoco fue un regreso definitivo, pues estuvo yendo y viniendo hasta 1985.
Viajero infatigable, recorrió más de cien países y él mismo contaba que había cruzado los Pirineos sin pasaporte, y atravesado varias veces el Sáhara y una el Tíbet cuando nadie lo hacía. Estuvo en la guerra de Vietnam, llegó a Katmandú, estuvo en la India, Indochina, conocía toda Asia, América, Europa, el África musulmana y la subsahariana, Mongolia, Yemen, Bután, la Ruta de la Seda, el Mekong, el Nilo, el Amazonas, el litoral de Fukushima después del tsunami, la Ruta 66 y, de costa a costa, los siete mares. Vivió en Italia, Japón, Marruecos, Senegal, Kenia, Francia y Jordania, entre otros países.
Desde 1959 hasta mediados de los años 80 ejerció la docencia universitaria en España y fuera de sus fronteras como profesor de Lengua, Literatura e Historia en trece universidades de tres continentes, e impartió y dirigió más de cincuenta cursos en distintas universidades y en diversos centros culturales. Como periodista acreditó una trayectoria abrumadora, intensa y plural, pues fue corresponsal y enviado especial en muchos países y trabajó en numerosos medios de comunicación, nacionales y extranjeros. Así hizo, por ejemplo, en la Japanese Broadcasting Corporation (NHK japonesa) y en la RAI italiana, en el diario Informaciones, en las publicaciones del Grupo 16, donde fundó el suplemento de libros Disidencias, en la SER, en la revista Época, en Radiocadena, donde obtuvo el Premio Ondas en 1988, en Radio Nacional de España y en infinidad de revistas. A todo lo anterior hay que sumar sus trabajos en Televisión Española, en programas como “Encuentros con las letras”, “Tauromaquia”, “Biblioteca Nacional”, “El mundo por montera”, “La Tabla Redonda”, y “Negro sobre Blanco”; en Canal 9 con “El faro de Alejandría”; y en Telemadrid con “Las Noches Blancas”, “Diario de la Noche” y “Dragolandia”.
Su última aventura televisiva fue el programa de divulgación literaria “Libros con uasab”, que presentó y dirigió durante tres temporadas en TVE. Durante la pandemia del coronavirus (2020) fundó y dirigió el semanario online La Retaguardia. Fue colaborador habitual en El Mundo, Época, Onda Cero, La Cope y otros medios de información. En el momento de su fallecimiento era columnista en el diario La Razón, en La Gaceta y en Posmodernia.
Comenzó su carrera literaria en 1962 como traductor de italiano. Cinco años después daba a la imprenta su primera obra propia, titulada España viva, con el seudónimo de Ramiro Delso. Como escritor cultivó el ensayo, la novela y las memorias. Su producción literaria, que engloba más de cincuenta obras, experimentó su primer gran éxito con Gárgoris y Habidis. Una historia mágica de España, libro con el que en 1979 obtuvo el Premio Nacional de Literatura (modalidad de Ensayo) y que es considerado su primer gran trabajo de indagación sobre la historia de la España heterodoxa y esotérica. Este ensayo marcaría, de hecho, la temática fundamental de gran parte de su obra, dirigida a responder a las preguntas más profundas del ser humano, transida siempre de un pensamiento heterodoxo que bebe, en gran medida, de las fuentes de las religiones orientales, pero también de sus viajes y de su propia experiencia con la muerte.
Le seguirían La España Mágica. Epítome de Gárgoris y Habidis (1983), Eldorado (1984), Las fuentes del Nilo (1986), Del priscilianismo al liberalismo. Doble salto sin red (1987), El camino del corazón (finalista del Premio Planeta de 1990), La prueba del laberinto (Premio Planeta 1992), numantino. Segunda y última salida de los ingeniosos hidalgos Gárgoris y Habidis (1995), La del alba sería (1996), Historia mágica del Camino de Santiago (1999), Carta de Jesús al Papa (2000), Y si habla mal de España… es español (2008), Soseki. Inmortal y tigre (2009), Dios los cría (conversaciones con Albert Boadella) (2010), Esos días azules. Memorias de un niño raro (2011), Shangri-La: El elixir de la eterna juventud (2016), La canción de Roldán: crimen y castigo (2015), Santiago Abascal. España vertebrada (2019). Habáname (2021) y Galgo corredor. Los años guerreros (1953-1964) (2020).
Había recibido galardones como el Premio Nacional de Ensayo, el Ondas (1988), el Nacional de Fomento a la Lectura (2000), el Premio Espiritualidad Martínez Roca por El sendero de la mano izquierda (2002), el Fernando Lara por Muertes paralelas (2006), y en dos ocasiones el Premio Nacional del Gremio de Editores (2000 y 2009). En 2022 recibió el Premio taurino del Senado por su defensa de la tauromaquia. Su obra periodística está recogida en Volapié. Toros y tauromagia (1987), La Dragontea (diario de un guerrero) (1992), En el alambre de Shiva: la Dragontea 2 (1997), El camino hacia Ítaca (1998), Sentado alegre en la popa (2004), Diario de la Noche. Los textos más polémicos del informativo nocturno más personal (2007), El lobo feroz (2011) y España guadaña: arderéis como en el 36 (2019).